lunes, 30 de diciembre de 2013

Democracia de mercado Vs democracia universal y directa.


En la entrega anterior hice una muy breve descripción de lo que ha sido la democracia en México hasta el siglo XX.

A propósito dejé para ésta ocasión, los procesos democráticos del inicio del presente siglo; porque considero que han sido la mejor muestra de democracia mercadológica (no democracia directa, ni representativa ni ninguno de ésos anacronismos) sino democracia mercadológica y se dió en pleno siglo XXI en México.

La campaña para llegar a la presidencia en el año 2000 encabezada por Vicente Fox es una muestra de la peor forma de aplicación de una campaña mediática para vender un producto chatarra, envuelto como si fuera un producto de primera calidad.

Y nosotros ingenuos consumidores, acostumbrados a hacer lo que nos indica la tele, LO ELEGIMOS!

Pensamos, me incluyo, aunque siempre había votado por los candidatos de izquierda, en las elecciones del 2000 voté por FOX, que con nuestro "voto útil" era él quién podía ganar, aún sabiendo que Cárdenas era mejor candidato.

Ni modo, me fuí con la finta, le dí mi voto a Fox y con él, ayudé a elegir a uno de los peores presidentes que hemos tenido los mexicanos en nuestra historia.

El cálculo resultó correcto, Fox ganó las elecciones; y ésa experiencia me dejó la más grande enseñanza política que he recibido: Nunca votes por el que piensas que va a ganar, elije siempre al que sabes que es el mejor, o a ninguno si nadie te convence.

Lamentablemente la alternancia no trajo lo que de ella se esperaba, sino todo lo contrario, el "voto útil" demostró ser voto envenenado, porque la ciudadanía harta después de 2 sexenios panistas, pedía a gritos el regreso del PRI, ésto representó un retroceso mucho mayor que si hubiera seguido el PRI en el gobierno, según lo veremos a continuación, el PRI está más consolidado que nunca en el poder y sólo la mayoría absoluta los podrá sacar de los pinos.

Fox llegó con casi el 80% de aprobación de la población (posiblemente el mayor capital político que se le haya dado a un presidente antes) cuando llegó a la presidencia, mediante una campaña que debe quedar registrada como la mejor campaña de mercadeo de la historia en México, nos prometió sacar a las tepocatas y viboras prietas, etc, etc.. del poder, y lo logró con nuestro voto.

Pero el costo fué carísimo, haber llevado al poder sólo una cáscara, un atractivo empaque, pero sin contenido real, no sólo no consolidó el sistema que lo hizo posible, sino que lo destruyó.

Al no tener la visión, ni el valor, ni la capacidad que se requería para darse cuenta de la inmejorable oportunidad que le había dado el destino y consolidar una democracia incipiente, Fox permitió que el PRI sacara a relucir su colmillo largo y retorcido, dejó intactas las estructuras que lo mantuvieron en el poder por más de 70 años.

Contaba con el apoyo de la mayoría del país y no se atrevió ni siquiera a democratizar a los sindicatos, menos a cortar de tajo el uso indiscriminado de recursos públicos que hacen los gobernadores de todos los partidos, dejó intacto el sistema de corrupción política y conectados los tubos de corrupción que mantuvieron con vida artificial al PRI los 12 años que necesitó para levantarse de la tumba y resucitar como Lázaro.

Peor todavía, creyó, ingenuo el pobre, que corrompiendo a la maestra Gordillo con todo el financimiento público y puestos que ella quiso, le iba a ayudar a ganar elecciones y a continuar en el poder, que Romero Deschamps le iba  a ayudar a limpiar a PEMEX, sólo a él se le ocurre.

Pero lo peor de todo fué haberle permitido al PRI hacerse del control del órgano que había hecho posible su propia llegada a la presidencia, entregó al IFE en manos de las cúpulas partidistas, quienes con la reforma política de 2004 destruyeron la primera garantía de democracia representativa, que habíamos podido construír los mexicanos.

El PRI usó una inteligente táctica de "negociación" con el PAN, la supuesta aprobación de las "reformas estructurales", principalmente la hacendaria, laboral y enérgética, mediante las cuales el presidente Fox apostó a que el país recibiría más inversiones extranjeras y nacionales y crecería más de lo que lo hábiamos hecho hasta ése momento; el PRI le sacó al presidente Fox, a cambio de unas reformas no estructurales sino mínimas, la peor "reforma política" que implicó el control del IFE por los partidos políticos principalmente por el PRI y PAN.

Desde ahí empezaron a recomponer filas y con los recursos que se proveyeron desde el IFE y en los Estados que gobernaban, comenzaron a colocar las piezas en el tablero que 12 años más tarde los llevarían de regreso al poder, para quedarse ahí para siempre, porque ése sigue siendo su objetivo primario.

La miopía política de Fox, no le permitió ver cual era la estrategia del PRI para retomar el poder, pensó tal vez correcta pero ingenuamente, que si lograba que el país atrajese inversión extranjera y nacional, la economía crecería y el PAN podría seguir en el poder, no contaba con la astucia de los priistas que de estrategias y tácticas saben mucho más de lo que él aprenderá en muchas vidas.

El PRI jamás permitiría que se aprobaran las reformas estructurales, de ninguna manera, si en éso les iba la vida. La táctica era boicotear todas y cada una  de las "reformas estructurales" con el único capital político que les había dejado el voto priista, un número considerable de diputados y senadores y con eso les alcanzó.

A cambio recibieron una reforma política que permitió que el IFE fuese tomado como rehen por el PRI-AN, colocando consejeros afines. desde entonces el IFE está en manos de las cúpulas partidistas y dejó de ser un órgano al servicio de la democracia.

Llegaron las elecciones de 2006. Se perfilaba el Gobernador del D.F. AMLO para ganar la presidencia, pero el presidente Fox si algo no quería era que AMLO ganara las elecciones, así que utilizó todos los recursos legales, extralegales e ilegales a su alcance y nuevamente con una campaña de mercadotecnia muy bién enfocada en explotar un miedo inducido al mexicano promedio (qué es mercadológicamente muy rentable), lograron remontar una distancia de más de 12 puntos y ganar la presidencia para FCH.

Negros días del "plantón" de reforma, de discusiones sin fin en el TRIFE, de solicitudes y exigencia de recuento del voto popular, el democrático "voto por voto, casilla por casilla" quedó sólo como mudo testigo de uno de los días más lamentables para la democracia en México y el IFE... dominado por el PRIAN.

FCH fué el candidato del "empleo", durante su campaña mercadológica, al igual que la de su mentor Fox, nos vendió la idea de que él si iba a ser capaz de hacer crecer la economía y crear millones de empleos.

Sin embargo, luego que llegó a la silla presidencial, en medio de jaloneos y descalificaciones, algo pasó (qué sólo él en su conciencia llevará, yo pienso fué un intento desesperado de lograr legitimidad, abanderando una lucha contra el narco que ingenuamente calculó sería pan comido) y en febrero de 2007 declaró la guerra al narcotráfico, que después paso a ser lucha contra la "delincuencia organizada" y metió al país en el peor berenjenal de violencia que hayamos vivido desde la primera década del siglo pasado.

Todavía no nos hemos recuperado de las consecuencias del gobierno de FCH, baste decir que durante su sexenio hubo cientos de miles de muertos, miles de desaparecidos y desplazados de las zonas de guerra, trata de personas sin control, persecución del crímen organizado sobre indefensos migrantes, el control de estados de la república completos por la delincuencia organizada, y la deuda del país se disparó más de 3 veces, así como los gastos en sueldos y prestaciones del gobierno federal.

Esas son las consecuencias de las elecciones por mercadotecnia. Ni siquiera sabemos la clase de persona que estamos eligiendo, al contrario de lo que podemos hacer cuando un producto no cumple con lo prometido en la publicidad, no podemos solicitar la destitución del mismo por no cumplir lo prometido.

Mientras tanto, el PRI encontró un candidato "presentable", lo opuesto al jurásico estilo de Madrazo o Labastida, sino un galán de telenovela, asesorado por un "padrino" ebrio de poder y que sabe muchísimo de política a la mexicana, se casa con una estrella de telenovela y con recursos inagotables para gastar millones y millones en la campaña de posicionamiento político por medio de la mercadotecnia en TV y radio más costosa de toda nuestra historia.

Qué bién y qué rápido aprendieron los PRIistas como ganar elecciones del mercadologo FOX, rápidamente superaron al maestro y en 2012, en medio de un impresionante dispendio de recursos, de procedencia ílicita la mayoría, con el apoyo (claro) de un IFE sumiso al poder y ajeno a la democracia, ganan la presidencia de la república y están de regreso en los pinos.

Milagrosamente, todas las "reformas estructurales", sobre todo la más importante, la energética, que eran imposibles durante los gobiernos PANistas son ahora aprobadas en menos de 1 año ¡TODAS y las que faltan!

Ahora muchos miembros del PRI-AN se frotan las manos porque saben que las inversiones van a llegar al país, y con ellas las comisiones, los honorarios por cabildeo de leyes a modo, las asesorías a trasnacionales etc. negocio en grande no cabe duda.

Pero ¿y el país? yo me pregunto ¿donde queda el país? pues como los chinitos "nomas milando..." porque los costos de abrir la exploración, explotación, refinación y distribución de energéticos a la inversión privada, por medio de concesiones, licencias, contratos de utilidad y producción compartida, etc. se va a reflejar, no en más empleos, ni mejor pagados, menos en una disminución de precios de luz, gas, electricidad o gasolinas, sino en aumento de impuestos y al tiempo...

Si bién el fisco recibirá probablemente más dinero por un tiempo (digo probablemente porque va a depender de quién y cómo fiscaliza los contratos y la letra chiquita en ellos), la verdad es que ya perdimos el control de la política energética, ahora va a estar en manos de las trasnacionales, si no pregúntenles a nuestros amigos argentinos.

Las decisiones de cuantos energéticos producir por cuanto tiempo y para qué se usarán los recursos, ahora se tomarán en USA e Inglaterra, no aquí. Las trasnacionales se convertirán en el nuevo poder fáctico y pondran y quitarán presidentes municipales primero, y luego gobernadores y de ahí para arriba.


Si bién nos vá, la Comisión de energía decidirá a quién le da y cuanto de lo que las trasnacionales quieran compartir. Pero ¿la política energética estrategica, como conviene usar los recursos naturales?, quién habla de ello ¿nos conviene sacar el petróleo y gas ahora o cuando? eso lo deciden ahora unos políticos cuyas miras están en máximo 6 años por delante.

En lugar que hacer cómo Noruega, donde la sociedad determinó la política nacional de explotación de hidrocarburos y para que se va a usar ésa riqueza, con la asesoría de expertos, aquí la política es extraer lo más posible para gastarlo cuanto antes, porque en 6 años nos vamos y luego de qué vamos a vivir, es la peor política desde el punto de vista económico.

En México nos hemos "comido" el petróleo, alimentando el apetito de corrupción de funcionarios, líderes y sindicato de PEMEX, y ha financiado casi 4 de cada 10 pesos de gasto público.

No hay recursos naturales no renovables que aguanten ése ritmo de explotación. Antes de hacer la reforma energética, debimos los mexicanos definir cómo queremos usar racionalmente nuestra riqueza petrolera, no sometida a la  geo-política de Washington, donde ellos sí saben qué les conviene y pueden imponer su política.

No estoy afirmando que no era necesaria una reforma energética, es indispensable por el agotamiento de los depósitos convencionales. Lo que digo es que antes se debió proponer una política estratégica energética de largo plazo, luego debió someterse a aprobación por la población, aportandole los pros y contras y finalmente se debió hacer la reforma necesaria para lograr ése objetivo.

Los ciudadanos depositarios del poder en México no contamos, solo las decisiones de la élite política.

Debemos poner un hasta aquí! ahora que todavía podemos. Con el PRI de regreso en el poder y con un IFE secuestrado por ellos, estamos de regreso en los años 70 del siglo pasado.


El 88% de mexicanos se entera de los acontecimientos políticos en la televisión y el 54% en periódicos y el 51% en conversaciones con familiares o amigos.

Con los medios masivos de comunicación controlados por empresarios, a quienes sólo les interesan sus ganancias y su agenda política, cosa que no está mal pues para éso existen, ponemos la decisión de quién gobierna y cómo a todo el país, en manos de una élite; no podemos permitir que sean unos cuantos a través de campañas de mercadotecnia las que nos digan por quién votar, ni que sean unos pocos los que decidan qué candidatos y partidos deben llegar al poder y qué leyes nos deben gobernar a todos.

Con ciudadanos que masivamente se enteran de política en los medios electrónicos masivos, es claro que el mensaje que están recibiendo está sesgado, porque los dueños de los medios imponen su visión de la política y la democracia y apoyan a los candidatos que ellos prefieren, con el poder que les confieren los medios de comunicación masiva que el Estado a puesto en sus manos.

No es sano para las mayorías, que nuestro sistema electoral se base en campañas políticas tipo campañas mercadológicas, porque el mensaje llega distorsionado y hace inequitativa la contienda, la mayoría simplemente actúa en automático: los resultados son desastrosos para nuestros propios intereses.

Debemos eliminar de una vez y para siempre las actuales campañas electorales basadas en anuncios de televisión y radio, son un cáncer que atrofía a la democracia y con ello el progreso de la mayoría en el país.

Otra cosa más dificíl de lograr es eliminar las campañas ocultas de posicionamiento mediático de personas, porque está involucrado el derecho de libertad de opinión en los medios masivos de comunicación, cosa que debemos preservar, pero luego hablaremos de ello.

En lugar de ello debemos reformar el COFIPE, y usar el tiempo aire que le corresponde al Estado para difundir las campañas políticas donde cada candidato exponga a cabalidad su plataforma electoral.

El IFE por Ley los obliga a entregar ése documento como requisito para poder participar en las elecciones, éste debe ser el eje sobre el que se mueva su campaña, dando cuenta detalladamente de qué proponen, cómo lo van a hacer, con qué recursos y en cuanto tiempo.

Se deben establecer horarios para que cada candidato explique a fondo y con lujo de detalles y de ser posible sin cortes comerciales, en que consiste su propuesta, sin interrupciones, los cuidadanos podemos enterarnos de lo que cada uno de los aspirantes propone (no todos el mismo día, sino en días consecutivos, pero en horario adecuado), sin tener que escuchar una retahila de descalificaciones y acusaciones sin fundamento y la sarta de mentiras con las que se atacan unos a otros.

El IFE puede grabar estas presentaciones y retrasmitirlas para que todos las podamos ver cuando tengamos tiempo y cuantas veces sea necesario por internet y poner un foro electrónico por internet, al que cualquiera tenga libre acceso, donde el candidato deba responder las preguntas y cuestionamientos que le haga la ciudadanía, no los conductores de televisión y radio.

Los "debates políticos" no sirven para exponer plataformas electorales y además son antidemocráticos porque distraen la atención hacia los aspectos menos importantes, como son las acusaciones sin pruebas que saturan ésos supuestos "debates". ¿Alguien se acuerda de algo del último debate? (digo, que no sea la edecán).

Los debates se deben dar cuando lleguen las últimas 2 propuestas al voto popular entre 2 candidatos, deben llevarse a cabo sin reglas que impidan la libre y fluida exposición de las ideas, que sean simplemente intercambio de puntos de vista para que el electorado se forme opinión y refrende en las urnas la mejor propuesta con el voto de la mayoría absoluta.

Los ciudadanos somos lo suficientemente maduros e inteligentes cómo para darnos cuenta si hay algún candidato con cuya plataforma electoral nos identifiquemos a tal grado de darle nuestro valioso voto.

Las campañas políticas como las conocemos quedarían prohibidas por Ley, ningún candidato debe pagar anuncios en televisón o radio, ni pendones o espectaculares en las calles, ni volanteos, etc. para promocionarse como si fuera un producto comercial. Ni diputados, ni senadores, ni gobernadores; ni en temporada de campañas políticas, menos cuando no las haya.


Todo eso solo se presta a corrupción, lo más nefasto para la democracia.

Sólo campañas por medio de presentaciones personales de los candidatos financiadas con recursos límitados, auditados y controlados por la autoridad fiscal, financiados por sus propios simpatizantes y presentación oficial de su plataforma electoral en radio, television e internet en horarios oficiales, no con supuestas entrevistas radiofónicas y televisivas que son en realidad infomerciales disfrazados.

Nos ahorrariamos muchos, muchos millones de pesos, se garantizaría la igualdad y equidad de tiempos; con ello podríamos elegir más acertadamente y sobre todo nos aseguraremos que no llegue alguien que después de electo, haga otra cosa totalmente diferente de lo que prometió, y con total impunidad siga gobernando.

No aplicar la plataforma electoral propuesta, debe ser causa de revocación de mandato. Simple lógica, si tú propones un proyecto en tu empresa, te lo aprueban, y empiezas a hacer otra cosa, que es lo que te pasa? te corren no? pues éso mismo debe ser aplicado a los servidores públicos.

La plataforma electoral debe ser el documento que sirva como plan nacional de trabajo, no hay necesidad de un plan nacional de desarrollo que se elabora a la carrera durante el primer año de gobierno, el cual no tiene nada que ver con lo que harán, porque nunca lo llevan a cabo y menos con lo que propusieron como candidatos y no hay ninguna sanción por ello.

No legitimemos con nuestro voto a un candidato mentiroso más. Ni un solo voto a alguien que no pueda ser destituído del cargo de forma automática, si no cumple lo prometido.

Es mucho pero mucho mejor invalidar tu voto, si ninguna de las propuestas de algún candidato realmente te convence que es la mejor para el país. No legitimemos un sistema que sólo produce lo que éste ha producido.

Campañas políticas por medios mercadológicos sólo llevan al error y al fracaso a una democracia; sólo dejan ganancias en los medios masivos (reitero que no tengo nada en contra de ellos como empresas lucrativas) que ganen todo el dinero del mundo vendiendo productos y servicios, no candidatos punto.

Tampoco tengo absolutamente nada en contra de los partidos políticos, simplemente no confío en ninguno, porque todos se comportan igual y ninguno ha abanderado ni una sola de las propuestas que a mí me interesan. Por eso promuevo la idea de anular o invalidar nuestro voto, pero respeto profundamente la razón de existir de todos los partidos y de sus militantes.

Si al menos 1,700,000 ciudadanos compartimos ésta propuesta, quitar el financiamiento público a los partidos políticos y que las campañas electorales sean sin mercadotecnia electoral; podemos hacerlo ley, mediante una iniciativa ciudadana que ahora puede tomar carácter de Ley si la aprueba la mayoría en unas elecciones federales donde voten más del 40% del padrón electoral.

Si coincides conmigo en ésta propuesta compartelo. Gracias, seguiremos en contacto si me lo permites.

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sábado, 28 de diciembre de 2013

Necesitamos servidores públicos, no gobernantes.


Desde hace siglos, nos acostumbramos los mexicanos a que había un gobernante, designado por un consejo de notables mexica, el tlatoani quién luego debía matar a sus oponentes, para evitar competencia indeseada al gobernar; al tlatoani se le debía respeto, obediencia, temor y veneración y gobernaba en base a su sola voluntad mientras permaneciera vivo.

Luego llegaron los españoles y nos pusieron a un Virrey, representante de un Rey que residía en España, al que nadie conocía, pero al que todos debíamos obediencia, veneración, temor y respeto y que gobernaba sin rendir cuentas a nadie, imponiéndo su voluntad a todos sus subditos.

El resultado del gobierno monárquico autoritario dió lugar al crecimiento de la miseria entre la mayoría de la población y fué el origen de la lucha por la independencia.

En el siglo XIX, después de más de 20 años de lucha, nos independizamos y fuímos primero por poco tiempo un imperio, luego una república independiente que ha estado enfrascada por más de 200 años en luchas intestinas por el poder, mismo que ha ejercido una profunda fascinación en muchos mexicanos que ansían ser "El Presidente de la República".

Luego de más de 200 años de luchas por el poder, el resultado sigió siendo la miseria, ignorancia, nula productividad y el surgimiento en 1910 de la revolución mexicana que bañó en sangre al país por casi 20 años, murió casi la mitad de la población de entonces.

A estos presidentes del siglo XIX y del XX se les obedecía, veneraba, temía y respetaba porque tenian el poder de asesinarte, encarcelarte o desterrarte sin más explicaciones que su voluntad.

Esta clase de poder, por supuesto que atrae a muchos, sobre todo a los más ambiciosos, pero no a los que genuínamente quieren servir a su país (con excepción de uno, que confirma la regla: el Presidente Juárez).

La mayoría conocemos, más o menos, cómo han sido los diferentes presidentes en nuestro país, no es importante por ahora hacer un recuento de los daños.

El hecho en común es que TODOS SIN EXCEPCION, han gobernado nuestro país, de acuerdo a lo que ellos piensan que es lo mejor para México.

Yo supongo que antes de la revolución ni siquiera hubiera sido imaginable, ni posible, quizá ni deseable, una democracia en México, por el grado de analfabetismo que había y las pésimas condiciones del país para organizar ya no digamos unas elecciones limpias, sino unas elecciones y sin embargo había elecciones, que siempre ganaba Porfirio Díaz o el que él mandaba.

El hecho en común en toda la historia de México ha sido la incapacidad de crear condiciones de vida dignas para la mayoría de la población, ha habido innegablemente un pequeño e insuficiente avance en las condiciones de la mayoría de la población, pero todavía más del 40% está por debajo del nivel de pobreza, y al mismo tiempo tenemos a 3 o 4 personas entre las más ricas del mundo.

La revolución mexicana trajo un novedoso sistema político, único en el mundo, que mantuvo el poder por más de 70 años, en éste sistema, cambiaba la élite gobernante cada 6 años, para que "a todos les tocara" la oportunidad de que la "revolución les hiciera justicia", ése sistema fué ideado en mala hora por Manuel Ávila Camacho; aunque sirvió para terminar las luchas intestinas armadas por el poder, pero generó un gobierno despótico y autoritario del PNR-PRN-PRI por más de 70 años.

Nunca hemos sido los ciudadanos los que hemos determinado lo que es mejor para México, quién recibe qué, cómo y cuando (que es la definición de democracia más práctica que conozco).

Siempre hemos necesitado de un líder que nos muestre el rumbo, y con discurso heroíco nos motive a "luchar con valor".

No fué sino hasta 1996 cuando por fin, empezamos a ver un pequeño cambio en éste largo caminar con la cabeza gacha, porque si la levantabas te la cortaban, aún hoy todavía muchos piensan eso (con razón al menos práctica) y mejor siguen agachaditos y calladitos sabiendo que así se ven más bonitos.

Sin embargo, ahora podemos defendernos un poquito más, vivimos por fortuna en un mundo globalizado, México ha tenido que firmar la carta de derechos humanos de la ONU y otras varias legislaciones internacionales que incluso tienen la misma observancia que nuestra constitución.

Ahora nuestros gobernantes están bajo el escrutinio de periodistas y medios internacionales, con lo cual le han tenido que bajar algunas rayitas a la prepotencia y sobre todo a ése sutíl encanto de ejercer el poder que tanto los embriaga.

Si quieren que vengan capitales extranjeros con los cuales se pueden asociar, para los cuales prestan todo tipo de servicios de cabildeo y relaciones públicas, deben ponerse la máscara de democráticos y modernos.

Porque si Golman & Sachs les baja la calificación, ups! dejan de ganar muchisimo dinero (no nosotros eh? ellos!).

Pero después de 200 años de independencia, ahora tenemos un país en el que, si bién el promedio es de poco más de 8 años de escolaridad, existen los medios masivos de comunicación, principalmente la televisión y además estoy completamente seguro que el mexicano no es tonto sino que sabe muy bién que le conviene y qué no.

Ahora sí podemos ejercer nuestro derecho a expresar nuestra opinión y sobre todo,contamos con todos los medios que hacen posible emitir nuestro voto por una, por otra opción o por ninguna, si nos dan a elegir.

En 1996, producto de dos siglos de luchas y millones de muertos, nació un IFE ciudadanizado, y 4 años más tarde ganó el PAN la presidencia de la república, por primera vez, ganó una elección un partido que NO fué el PRI en los últimos 70 y pico de años, éso no fué cualquier cosa.

Muchos de nosotros no creíamos que veríamos a otro partido que no fuera el PRI en el gobierno, sin embargo, en un atípico atisbo democrático, se hizo posible el milagro.

Pero, siempre hay un pero.... El bueno de FOX desperdició la mayor oportunidad que haya tenido un mexicano de hacer de éste país una auténtica democracia, símplemente no tuvo la estatura (no física, sino moral y política) qué requiere un Jefe de Estado.

Ni para que recordar la retahila de estupideces que dijo, hizo y dejó hacer y sigue diciendo y haciendo...

El hecho es que en lugar de consolidar la democracia, quiso consolidar al PAN, al mejor estilo PRIista, hizo todo lo legal e ilegal y con el apoyo de la élite económica, nos dejó a FCH en lugar de a AMLO.

Nunca sabremos quién obtuvo más votos en las elecciones de 2006, por los recuentos parciales que se hicieron parece ser que sí ganó realmente FCH, aunque por muy corto margen, después de llevar a cabo toda una serie de marrullerías y una campaña negra financiada ilegalmente por una élite político-económica horrorizada ante la posibilidad de que llegara al poder un miembro no ungido por ella.

Sin embargo nunca sabremos con certeza quién obtuvo más votos realmente; porque para entonces el IFE ya no estaba ciudadanizado, los partidos políticos lo habian tomado por asalto y valiéndose de todas las artimañas legaloides posibles se opusieron a que se recontara la voluntad popular como lo pedía AMLO "voto por voto, casilla por casilla".

Haberlo hecho habría significado un inmenso favor a la democracia en México, pero claro, esto es lo que menos les importaba. Lo importante para el PAN era seguir en el poder, para seguir colocando más y más funcionarios afines a ellos (lo demuestra la multiplicación casi por 3 que tuvo el rubro de sueldos en los 2 sexenios panistas).

Cuando el gobierno y la sociedad permitimos que el IFE se partidizara, perdimos la mejor oportunidad que hemos tenido los mexicanos de vivir en una democracia representativa que funcione, ésa es la herencia que nos dejaron 2 gobiernos del PAN, los gobiernos de la alternancia.

Sin embargo no todo está perdido. Todavia quedan algunos resquicios por donde, con una acción inteligente y decidida, la sociedad puede recuperar lo que le fué arrebatado en 2004.

Ahora está en nuestras manos retomar el verdadero papel que le corresponde a la mayoría absoluta de una sociedad, tomar las decisiones que considere serán las mejores para todos.

Debemos y podemos ahora, con las herramientas que tenemos a la mano, terminar de una vez por todas con el dinosaurio encarnado en caudillo, político, tlatoani, o salvador de la patria que nos resolverá de una vez y mágicamente todos los problemas.

Es la hora de portarnos como lo que somos, ciudadanos mayores de edad que podemos y debemos decidir por nosotros mismos nuestro destino.

Ya no es tiempo de héroes salvadores de la patria, ahora es el tiempo de millones de hombres y mujeres de carne y hueso, concientes, informados y decididos a tomar en sus manos la responsabilidad de mejorar, de una vez por todas el futuro de nuestro país; de construír uno del que nos sintamos orgullosos de decir "soy mexicano" sin tener que esconder la cara de verguenza por que nos identifican cómo uno de los países más corruptos en el mundo.

Debemos cambiar el obsoleto y cáduco concepto de "gobernante depositario de la voluntad popular" que se convierte en el tlatoani a quién todos debemos obediencia, veneración, temor y respeto, por la de un servidor público que cuente con el apoyo de la mayoría, a quién se le pueda revocar el mandato y esté obligado a rendir cuentas de sus acciones o ausencia de ellas.

Qué nuestros servidores públicos sean personas sin ambiciones desmedidas de poder o dinero. ¿no se puede? ¿ésto es un sueño guajiro?

Pues no, simplemente debemos retomar el papel que la constitución y las leyes electorales secundarias nos confieren, como los soberanos que somos, para que podamos cambiar las leyes del servicio público por otras donde seamos los ciudadanos y no los gobernantes quienes aprueben los sueldos, prestaciones, bonos, etc. que se otorgan actualmente a sí mismos.

Si ponemos un tope a lo que debe ganar el Presidente de la república, magistrados del Poder Judicial, Secretarios de Estado, directores de paraestatales y jefes de departamento; sólo aquellos auténticamente interesados en prestar un servicio efectivo al país estarán interesados en "hacer campaña" para "ganar el voto popular".

Yo propongo que los puestos más altos del gobierno (presidente de la  república y magistrados del Poder Judicial) se asimilen al promedio nacional de sueldos y prestaciones de un director de empresa; los sueldos de Jueces, Secretarios de Estado con los sueldos promedio de un gerente de una empresa privada, y las de jefe de departamento con las prestaciones y sueldos promedio de sus similares de la iniciativa privada.

No menciono al Poder Legislativo, porque la idea es desaparecerlo, dado que sería la ciudadania la única autorizada para aprobar leyes en el país; dejando sólo a la Auditoría Superior de la Federación, quienes tendrían similares sueldos y prestaciones a los de contralores y auditores en una empresa privada.

Con esta simple medida podemos deshacernos de la mayoría de "aspirantes" a un puesto de elección popular.

Ya escucho decir a los que están actualmente en dichos puestos que éso sólo promoverá la corrupción y que no sean "los más capaces" quienes lleguen al puesto; pero ese argumento no tiene ningún sustento en la realidad, hay miles de directores, gerentes, y jefes de departamento que dirigen con los más altos estándares de calidad, eficiencia y honestidad sus empresas, empresas competitivas y que generan empleos y bienes a la sociedad.

Personas que desempeñan eficaz, honesta y esforzadamente, las responsabilidades que han aceptado como directores, gerentes y jefes de departamento y por lo cual reciben un salario y prestaciones previamente acordadas; yo no conozco a nadie en la iniciativa privada que pueda asignarse salario, bonos y prestaciones a sí mismo ¿por qué permitimos que los "funcionarios públicos" lo hagan? yo digo que es porque no sabemos cómo impedirlo.

Si una persona acepta sobornos es porque es corrupta y por que no la encarcelan, no por que gane lo justo.

Queremos gente que desee ser reconocida por la sociedad por sus aportaciones al mejoramiento del país, que sean eficaces en llevar a cabo el trabajo para el que fueron contratados, no a "salvadores de la Patria" que sólo llegan con el fin de resolver su problema económico y el de sus futuras generaciones.

Necesitamos urgentemente, auténticos servidores públicos, que se sientan orgullosos de su aportación al país, como lo están los miles de directores, gerentes y jefes de departamento que cumplen con su mejor esfuerzo, día a día las tareas para las que han sido contratados, que se esfuerzan por ser mejores y mejorar sus condiciones personales y las de sus familias; exactamente igual que todos nosotros.

Qué nuestros servidores públicos reciban sueldos similares a los que ganamos todos, que sólo obtengan aumentos en sus percepciones si todos en el país lo recibimos y que sea en la misma proporción que los de la mayoría en el país.

Estos auténticos servidores públicos tendrán las mismas garantías de permanencia en sus puestos, en sueldos y prestaciones, que las de sus contrapartes en empresas privadas, mientras que, como cualquier otro empleado, den los resultados para los cuales fueron contratados.

Esto implica la permanencia indefinida de TODOS los servidores públicos en sus cargos, por medio de reelecciones sucesivas e ilimitadas; necesitamos gente capaz, con experiencia en el desempeño de su trabajo, que puedan reelegirse mientras estén dando resultado sus programas de gobierno, mientras la mayoría de la sociedad lo considere pertinente.

Con esta simple medida eliminaremos de una sola vez, la curva de aprendizaje de todos los nuevos gobernantes que cada 6 años llegan para aprender y que se tienen que ir cuando la inversión en su capacitación apenas empezaba a dar frutos teniendo que incurrir en una nueva y costosa capacitación para el nuevo gobernante.

El nuevo lema de la federación debe ser "SUFRAGIO EFECTIVO, REVOCACIÓN DE MANDATO".

Esto significa una ley de servidores públicos que determine un mecanismo AUTOMÁTICO que revoque el mandato de todo áquel servidor público que no cumpla con las metas, programa de trabajo o acciones a que se haya comprometido, durante el transcurso de su campaña, con la plataforma que usó para solicitar nuestro voto o de áquel otro, cuyo desempeño en el servicio no sea honesto y apegado a las leyes de transparencia y rendición de cuentas.

La sóla aplicación de esta poderosa herramienta, la revocación de mandato, nos devolverá el poder a quién legítimamente le corresponde, a la mayoría absoluta (50% más 1) de la ciudadanía en edad de votar.

No tenemos por que esperar a que pasen 6 años para despedir a una persona que no cumple su palabra, que no es capaz de hacer lo que prometió, que lo hace mal o que es deshonesto u omiso en el cumplimiento de sus responsabilidades.

¿Alguién se acuerda del juramento que hacen los servidores públicos cuando toman posesión del cargo? dicen algo así como "que la nación me lo demande" en caso de no cumplir, ¿alguién conoce un caso en que un gobernante de alto nivel haya sido destituído en México alguna vez?

Incluso sólo mediante iniciativas populares podemos empujar las reformas a la Ley de servidores públicos y hacer realidad una democracia directa en México, y esto lo podemos lograr en la próxima elección federal en 2015.

En 6 años podemos tener un sistema político donde el ciudadano sea el centro del proceso democrático, no los "funcionarios públicos"; un sistema político donde no tengamos que estar cambiando las leyes y presupuestos cada año, sino sólo elegir la propuesta que logre el voto de la mayoría absoluta de la sociedad, de áquel que esté dispuesto a rendir cuentas y al que se le pueda revocar el mandato porque no cumple lo que prometió o porque es incapaz de cumplirlo.

Y sin que esto implique un largo y tortuoso "juicio político" sino que sea de manera automática cada año, que todo servidor público que no cumpla o no tenga la capacidad requerida, sea cesado de sus funciones de inmediato e inhabilitado de por vida para ése puesto, o bién reelecto si ha cumplido a cabalidad con los requerimientos del puesto.

En la próxima entrega te propondré una nueva forma para hacer campañas políticas, que nos permitan a los ciudadanos enterarnos de las propuestas de todo áquel que desee aportar su experiencia, conocimientos y talentos, sea miembro de un partido o candidato independiente.

Que no cueste la democracia, usando el tiempo que por Ley le corresponde al IFE para las campañas políticas en televisión y radio, se transmitan las propuestas de cada candidato en forma individual, y sin necesidad de debates interminables e inútiles, podamos conocer todo lo necesario para saber por quién votar en las próximas elecciones.

De verdad me encantaría que me acompañes en mi proxima entrega, por ahora MUCHAS GRACIAS!

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viernes, 27 de diciembre de 2013

Participación social y democracia "representativa".


Estamos acostumbrados a escuchar a todos los analístas políticos decir que la democracia nos proporcionará un mejor país cuando los ciudadanos participemos en la política.

Sin embargo, según la encuesta de ciudadanía, democracia y narcoviolencia CIDENA-2011, la inmensa mayoría de mexicanos (71%) están nada o poco interesados en política.

El 90% de los encuestados NO PARTICIPA en organizaciónes sociales y sólo el 6% participa en un partido político.

¿Con esta patética cifra de participación social en política, existe alguna posibilidad de que el actual sistema político de democracia "representativa" se pueda reformar para que se convierta en la palanca para resolver realmente los problemas del país?

Mi respuesta es un rotundo ¡SI! porque cuando preguntaron si estarían dispuestos a aportar tiempo, el 56% respondió afirmativamente y el 53% dijeron si estar dispuestos a aportar trabajo para resolver los problemas de su comunidad.

En las últimas elecciones federales o estatales que hubo, el 78% votó y el 22% no votó.

Existe la voluntad en la mayoría población de participar en las elecciones ¿por que no participamos en organizaciones sociales o partidos? El 36% piensa que es porque a "cada quién le interesan sólo sus problemas" y el 31% "porque no se ponen de acuerdo".

Lo que queda claro de estas cifras es que realmente existe un deseo en la mayoría por participar, pero no lo hacen porque no encuentran una forma ordenada y eficaz de hacerlo.

Tampoco encuentran que los temas que se tratan en los círculos políticos, sean de su interés, la élite política anda en su rollo y la agenda de la sociedad les tiene sin cuidado.

Simplemente observa cómo se comportan los políticos: mienten sobre sus reales intereses, mienten sobre las propuestas de sus opositores políticos, mienten sobre sus reales capacidades, descalifican a los opositores sin nunca aportar pruebas de sus dichos y sin que nadie les llame a cuenta.

Con estos ejemplos de política no es raro que nadie se sienta interesado en participar en algo que a todas luces es un cochinero, aquellos que se meten en política salen enlodados como puercos, la diferencia es que a los puercos les gusta.

La razón de éste comportamiento generalizado entre los políticos es una sola: DINERO, aquello por lo que mienten, descalifican, sobornan, compran votos y son capaces de todo, es el dinero que obtendrán si ganan la elección.

Si además le sumas que nadie siente que su opinión será tomada en cuenta para la toma de decisiones, es fácil explicarnos por qué de la nula participación de la sociedad en política.

¿Tú participarías en la toma de las decisiones que van a afectarte a tí y todos en el país; si te proporcionan la información verdadera de lo que se pretende hacer, así como de las ganancias y costos de cada decisión?

¿Estarías dispuesto a dedicarle tiempo para informarte, si el gobierno tuviera la obligación de informarte por televisón, de las medidas que ellos consideren son necesarias para alcanzar algún objetivo nacional, así cómo de sus consecuencias y costos, ANTES DE TOMARLAS?

Y después de informarte adecuadamente ¿estarias dispuesto a votar en un referendo si se aprueba o no la propuesta del gobierno?

Desde mi punto de vista no se requiere NADA MAS para que podamos participar en una democracia directa y funcional, lo único que lo impide es un sistema de decisiones en la cual somos tratados como infantes o tarados incapacitados para influir en el rumbo de nuestro país.

En el sistema político actual, somos simples votos que dan legitimidad a nuestros "sabios representantes populares" que toman las grandes decisiones por nosotros.

Yo creo que podemos ponernos de acuerdo en una sola cosa los mexicanos: que la voluntad informada de la mayoría absoluta (50% MÁS 1) cuente, se cuente bién y sea el verdadero mandato para nuestros servidores públicos.

Debemos cambiar el obsoleto concepto de "gobernante depositario de la voluntad popular" que se convierte en el tlatoani a quién todos debemos obediencia, veneración, temor y respeto, por la de un servidor público que cuente con el apoyo de la mayoría absoluta, a quién se le pueda revocar el mandato y esté obligado a rendir cuentas de sus acciones o ausencia de ellas.

Tenemos un Congreso cuyo mandato es elaborar y aprobar las Leyes que supuestamente son las que nosotros queremos y necesitamos, supuestamente "representan" nuestra voluntad, y ellos son "mandatarios" o sea, depositarios del mandato que nosotros les dimos al votar por ellos.

Al congreso lo forman miembros de los diferentes partidos políticos que son propuestos al escrutinio de la ciudadanía, misma que vota de acuerdo a quien mejor "represente" sus opiniones y deseos políticos.

Se supone que los partidos políticos nos "representan" porque votamos por ellos, pero no tendrían ninguna legitimidad si nadie, o sólo una mínoría vota por ellos.

La democracia "representativa" implica que una vez electos, los diputados y senadores actúan en nuestro nombre y con nuestro aval, en una democracia representativa la mayoría relativa (porque con sólo un pequeño porcentaje del total, pueden ganar) les otorga un cheque en blanco para que hagan y deshagan a su entero gusto, respondiendo no a sus electores sino a lo que su "conciencia" les dicte.

Éste es el verdadero meollo del problema, como expliqué en mi pasada entrega, ya no es posible que  un pequeño grupito de individuos (500 diputados y 64 senadores) decida por el resto de la sociedad, respondiendo a otros intereses pero no a los de la mayoría absoluta (entendida como el 50% mas 1) de la sociedad.

No existen razones válidas para mantener este sistema por más tiempo, nos va la vida en ello.

Jamás propondría prohibir los partidos políticos, todos tenemos derecho de crear organizaciones que sirvan para difundir nuestras propuestas.

Cualquiera que quiera, debería poder formar un partido u organización política para expresar y promover sus ideas, sin prácticamente ningún requisito excepto registrarlo, pero no hay ninguna razón para hacer uso de recursos públicos escasos, que se requieren para financiar proyectos y servicios públicos prioritarios definidos por quienes pagamos impuestos, a menos que lo hagamos por decisión propia de manera individual.

Todavía peor, si continuamos financiando con recursos públicos a partidos políticos impedimos que lleguen nuevos partidos u organizaciones aún en el estado actual de nuestro sistema político.

Con ello se impide, en los hechos, que lleguen nuevos cuadros, ideas y propuestas nuevas y creativas, que renueven a los "representantes populares", porque los que hoy están no quieren competencia; impiden así el avance democrático, por eso es tan complicado formar un nuevo partido político ahora.

Por todas estas razones es indispensable ELIMINAR TODO FINANCIAMIENTO PÚBLICO a partidos y organizaciones sociales que no sean aprobadas por la mayoría de la población.

Un partido político debe financiarse con las cuotas que paguen sus miembros y simpatizantes, no con dinero de todos, porque representan sólo a una parte de la sociedad y ésa parte de la sociedad es la que debe aportar los recursos para sostener a ése partido político.

La principal razón que se esgrimió cuando se aprobó que los partidos políticos y las campañas fuesen integramente financiadas con recursos públicos, fué la de que así se garantizaría que no llegaran recursos de procedencia ílicita (i.e. delincuencia organizada) a financiar partidos y campañas políticas.

La otra razón que se dió para financiar a los partidos políticos fué que aquél partido político que represente a las personas con más recursos, o el que representa al gobierno en turno, les llevaría la ventaja a los demás partidos, impidiendo así la competencia equitativa, que impediría la llegada de nuevos "representantes" al congreso.

Sin embargo en más de 30 años de existir esta Ley no sabemos todavía quién financia a quién, cuanto gastan realmente los partidos en las campañas políticas y nadie audita el uso de los cada vez mayores recursos que ellos mismos se asignan cada año.

La actual legislación no impide que llegue financiamiento en dinero y en especie de forma ilegal (incluso dinero de la delincuencia organizada), lo que explica en buena medida que los candidatos cuando llegan al puesto por medio del voto, hagan otras cosas diferentes a lo que ofrecieron como candidatos, nunca sabremos con quién tienen compromisos y cuales son éstos compromisos.

Con esta simple medida se eliminará la corrupción de origen en todos los candidatos, porque deberan hacer públicos todos sus ingresos y gastos.

El SAT debe fiscalizar cada peso que ingresen o gasten dichas organizaciones como lo hacen con cualquier organización o empresa privada o pública, para evitar el uso de recursos de procedencia ilicita.

El actual esquema electoral, basado en campañas de mercadotecnia, donde los candidatos son mostrados como productos para que el público los elija de manera automática, como seleccionamos los productos en un supermercado, requiere de campañas políticas que cuestan grandes cantidades de dinero.

Por ello las necesidades de financiamiento de los partidos son cada vez más y más altas, las necesidades de gasto en mercadotecnia y "regalitos promocionales" que todos los partidos dan a sus potenciales electores es cada vez mayor y genera prácticas corruptas como la compra de votos; por ello el costo de la democracia mexicana es de los más altos a nivel mundial.

En un país donde el número de pobres crece cada año, no se justifica el uso de recursos públicos para financiar campañas políticas basadas en anuncios en televisión, radio, espectaculares, revistas, etc.

Sin descontar que en una campaña basada en anuncios comerciales de 15 o 30 segundos de duración es imposible explicar adecuadamente un proyecto de gobierno.

Me imagino cuantos de los que están leyendo esto están riendo o simplemente muevan la cabeza pensando, éste cuate está loco o es ingenuo o pendejo ¡mira que proponer que desaparezca el financiamiento a los partidos políticos y campañas electorales, si de éso viven!

Si estoy en lo correcto, y no crees que podamos hacer esto, te quiero pedir un favor, piensa sólo por un momento lo siguiente: ¿puedo yo personalmente, tomar la decisión de invalidar mi voto en la próxima elección si en realidad ningún candidato me convence plenamente que hará lo que dice y que éso coincide con lo que yo quiero que pase?

Si tu respuesta es que sí, te suplico que pienses lo que pasaría si compartes con todos aquellos que puedas esta misma idea: no otorgar nuestro valioso voto a ningún candidato que puntualmente no nos haya explicado que es lo que hará, cómo lo hará, con que recursos lo hará, de dónde sacará ésos recursos y en cuanto tiempo lo hará.

Si tu crees que hacer ésto no cambiará nada, dejame explicarte lo que podría pasar si logramos  invalidar el 2 % del padrón electoral en la próxima elección (algo así como 1,700,000 votos): Podríamos solicitar una iniciativa popular para que se convierta en Ley que no se les otorguen recursos públicos a ningún partido político ni para financiar campañas políticas.

Sí ganamos el sí en la consulta y participa más del 40% del padrón electoral, tendría valor vinculante, o sea, tendría que hacerse ley la iniciativa popular.

¿Todavía no ves el poder que tiene tu voto? Imaginate si podemos lograr ésto, de hecho en la última elección se invalidó más del 2% de los votos. Claro que no pasó nada porque ninguno de ésos ciudadanos sabía que podía unirse con los demás y solicitar una consulta popular, porque apenas se acaba de aprobar esta figura de consulta popular.

Más del 66% de los que votan no se identifican con ningún partido político, por ello, tenemos mucha oportunidad de ganar la iniciativa popular y quitarles el financiamiento público a todos los partidos y organizaciones políticas.

¿Para qué serviría hacer ésto?

¡Con ello daríamos un golpe mortal a la fuente de la corrupcción que está dominando el sistema político y electoral en México!

Sería el primer y más importante paso para que los ciudadanos nos hágamos del poder que ahora tienen secuestrado las cúpulas de los partidos y los intereses que ellos representan.

Podríamos aspirar a que en éste país sea la mayoria absoluta (50% más 1) quien tome las decisiones sobre el país que queremos construír, por lo cual estoy seguro, todos querriamos participar

Sin partidos políticos financiados con dinero público, y con candidaturas independientes que ahora son posibles, podemos lograr que se reforme el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (COFIPE) para modificar las actuales campañas políticas por unas en las que sólo se muestren las propuestas y en la que al final se elija aquella que a la mayoría absoluta le convenza más.

Esto implica no solo segunda, sino tercera o cuantas vueltas sean necesarias para elegir por mayoría absoluta Leyes, candidatos, presupuestos, etc.

Incluso sólo mediante iniciativas populares podemos empujar las reformas a la Ley de partidos politicos y procesos electorales y hacer realidad una democracia directa en México, y esto lo podemos lograr en la próxima elección federal en 2015.

En la próxima entrega trataré el tema de cómo podemos tener un sistema político donde el ciudadano sea el centro el proceso democrático, no los "funcionarios públicos"; un sistema político donde no tengamos que estar cambiando las leyes y presupuestos cada año, sino sólo elegir la mejor propuesta del mejor ciudadano, de áquel que esté dispuesto a rendir cuentas y al que se le pueda revocar el mandato si no cumple lo que prometió o si es incapaz de cumplirlo.

Sólo que no queramos mejorar, que deseemos seguir como estamos, que el miedo a tener un país del que nos sintamos orgullosos, nos impida actuar y transformar este país rápidamente.
 
Ojalá pueda contar con tu atención para la próxima, ¡Felicidades! Gracias.

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miércoles, 25 de diciembre de 2013

Pongamos al congreso en el basurero de la historia.

En mi entrega anterior plantee la situación actual de la democracia en México, el panorama pudiera parecer muy negro e imposible de cambiar.

Sin embargo, esto no es totalmente cierto, si observamos con cuidado todas las posibilidades que nos brindan las actuales leyes y códigos electorales, los ciudadanos somos los soberanos, esto quiere decir, QUE LA MAYORÍA DE NOSOTROS SOMOS LOS QUE MANDAMOS.

¿Cómo es, entonces, que la élite gobernante actúa, legisla, y aplica la ley que ellos mismos han creado?  Porque nosotros les dimos ése mandato AL OTORGARLES NUESTRO VOTO, con el cual ellos, legítimamente, pueden asignarse sueldos, bonos, compensaciones, sin rendir cuenta alguna de lo que hacen; sin explicación de las razones por las que hacen las leyes que aprueban.

Al darles nuestro voto; aunque no hayamos votado por el candidato ganador, estamos legitimando el sistema actual y dandoles nuestro acuerdo para que ellos legislen, gobiernen y juzguen y lo hacen legitimamente porque votamos Y LA MAYORIA ELIGIÓ A UNO DE ELLOS COMO NUESTRO REPRESENTANTE.

En pocas palabras SIN LA PARTICIPACION DE LA SOCIEDAD, no hay democracia, no hay un gobierno legítimo.

En una reciente encuesta a nivel latinoamericano, el 80% de los mexicanos expresamos que estamos decepcionados de la democracia. ¿Por qué entonces, si la mayoría está inconforme con la democracia actual, no hace nada?

La respuesta es simple, porque la mayoría no conoce el poder soberano que le confieren las leyes y códigos electorales actuales, en pocas palabras, no sabe qué hacer para mejorar la democracia.

Los partidos políticos tienen su origen en una idea muy vieja, obsoleta, ineficiente y sobre todo generadora de élites tal como las observamos hoy.

Es la vieja idea de que la sociedad necesita "organizarse" en partidos políticos, para hacer funcional la participación de las "mayorías" en un sistema en el cual los representantes reciben el voto de los representados y actúan EN SU NOMBRE Y CON SU PERMISO, es como si les firmaramos una carta poder para decidir por nosotros.

Éste sistema supone que para la "mayoría" es mejor delegar su responsabilidad en la actuación política, por comodidad, por ignorancia o por simple desinterés. Lo que ésto crea es un sistema político que por definición excluye a las "mayorías" de las grandes decisiones, dejando éstas en manos de los "representantes" quienes paulatinamente se convierten en las élites gobernantes.

Este sistema tal vez funcionó en el siglo XIX y principios del XX, pero ahora en la era de la comunicación, la información, el internet y la televisión es simplemente un anacronismo que podemos cambiar inmediatamente.

En el siglo pasado sí era dificil, complicado y a veces simplemente imposible hacer un sondeo, o llevar a cabo un referendo sobre alguna decisión importante que debiera tomarse.

Las grandes distancias, la dispersión de las comunidades y la escasa comunicación hacían muy dificil que todos y cada uno de nosotros recibieramos la información apropiada y emitieramos nuestra opinión informada sobre un decisión relevante que debía ser tomada.

En el siglo XXI, podemos hacer un referendo, prácticamente para cualquier cosa en cuestión de semanas, y ésto sólo para dar tiempo a que las propuestas se analicen y cada uno de nosotros en su mejor conciencia emita su opinion completamente informada a favor o en contra.

En sólo cuestión de horas podría conocerse la voluntad de la mayoría de la población en un referendo sobre cualquier tema importante, eso sí sería un mandato democráticamente otorgado.

Mediante los medios masivos de comunicación que todos usamos para informarnos podemos recibir información precisa, veraz y sobre todo confiable para poder decidir a favor o en contra de cualquier asunto importante que el gobierno deba tomar.

Nuestra conciencia es lo único que necesitamos los mexicanos para decidir si se hace o no se hace algo que nos afectará a TODOS, sólo la voluntad de la mayoría debe prevalecer, no la de un grupito, por muy sabihondos que sean o se sientan.

Es de suma importancia que nos demos cuenta que LOS "REPRESENTANTES" sólo deben representarse a sí mismos y a nadie más.

Todos debemos emitir nuestra opinión y ser tomados en cuenta, NO NECESITAMOS DE UN REPRESENTANTE.

Los representantes populares no sólo son innecesarios, sino que se han convertido en un obstáculo para que nuestras sociedades sean lo que la mayoría quiere que sean; para que nuestras sociedades reflejen el sentimiento y las prioridades de la mayoría de la población en asuntos tan importantes como la justicia, la soberanía, la educación, la salud y la economía y qué clase de país queremos la mayoría de mexicanos.

Si ahora que podemos, no tomamos acción y DESPEDIMOS INMEDIATAMENTE Y CON CARACTER DE IRREBOCABLE a todos y cada uno de nuestros "representantes" no merecemos el derecho de ejercer una soberanía que no USAMOS y a la que no le damos el tremendo valor que posee en realidad.

El riesgo de no hacerlo es que más temprano que tarde, la élite se verá tentada a quitarle la soberanía al pueblo para depositarla en la élite y entonces sí, no tendremos cómo influir en las decisiones que se tomen.

En ése momento seremos tratados como niños políticamente hablando, incapaces juridica y legalmente, para tomar decisiones porque con la indiferencia, indolencia e inactividad permitimos que nos fuera arrebatado este derecho.

Si no actuamos ahora, muy pronto perderemos toda oportunidad de transformar este sistema político en otro GENUINAMENTE REPRESENTATIVO DE LA VOLUNTAD DE LA MAYORÍA.

No existe ninguna razón válida para tener "representantes populares". ¿Para qué sirve un diputado o un senador? absolutamente para nada práctico, sólo para que ellos tomen decisiones en nuestro nombre y las tengamos que aceptar así estemos conformes o inconformes con su decisión, porque para eso les dimos nuestra aprobación al votar por ellos, les firmamos un cheque en blanco ¿o no?

¿Qué utilidad tiene para la sociedad un partido político? en mi opinión ninguna, en ésta era en la que todos podemos emitir nuestras opiniones directamente sin intermediarios, y hacerlas llegar a las mayorías a través de los medios masivos de comunicación.

En otra encuesta, el 66% de mexicanos (2 de cada 3) opinaron que los partidos políticos son las instituciones con menor credibilidad.

En realidad los partidos políticos en el mundo moderno, no son sólo inútiles sino dañinos por las interminables confrontaciones, descalificaciones, trampas, demagogia, fraudes y mentiras con que pretenden "ganar el voto popular".

¿Tú crees que un partido político realmente "representa" lo que opinas y quieres expresar?

¿Quien confia en que los diputados o senadores realmente son nuestros representantes auténticos?  Para el 68% de las personas en México el congreso les inspira poca o nada de confianza.

En realidad vemos cómo representan los más oscuros e inconfesables intereses particulares en nuestro país.

Según la encuesta de latinobarómetro 2013, el 45% de los mexicanos creemos que la democracia no necesita de partidos políticos, y un sorprendente 38% piensa que el congreso no es necesario para que la democracia funcione, realmente somos muchos quienes así pensamos.

¿Cómo podemos despedir a todos nuestros "representantes" y asumir integramente el papel que nos corresponde como ciudadanos mayores de edad, con voluntad propia ejerciendo nuestro derecho constitucional a emitir nuestra opinión y que sea tomada en cuenta?

¿Qué nos impide deshacernos de esta plaga de "representantes populares"? En mi opinión ¡NADA!

Podemos usar las propias reglas de la democracia mexicana. En México puedes votar por cualquier partido político o por una coalición de partidos o puedes invalidar o anular tu voto.

¿Cómo podemos hacerlo? no necesitamos salir a manifestarnos masivamente, ni tampoco ¡MENOS! crear un nuevo partido político, lo único que necesitamos es ¡ANULAR O INVALIDAR NUESTRO VOTO!

Si tu votas por un partido o coalición estas legitimando a ése partido o coalición de partidos, y al SISTEMA EN SU CONJUNTO. Peor aún, si tú NO VOTAS, es decir, si te abstienes de ir a la urna y depositar tu voto, estás legitimando lo que decidan los que si fueron a votar y por lo tanto tienes que aceptar lo que decidan por ti, por que tú les diste permiso. 

Si tú anulas o invalidas tu voto, estas expresando tu inconformidad con el actual sistema de partidos y con todo el sistema político que ya no te representa.

Estás diciendo claramente ¡NO ESTOY DE ACUERDO CON NINGÚN CANDIDATO, PARTIDO O COALICIÓN QUE ESTÁ EN ESTA BOLETA!

¡EXIJO QUE CAMBIE ESTE SISTEMA!

Con ésta simple acción estaremos emitiendo un VOTO a favor de la sociedad.

Quién piense que quitar definitivamente los congresos nacional y estatales, no es bueno para la democracia y para el país, por favor explíqueme sus razones.

Yo no veo una razón válida para seguir sosteniendo el estatus quo, en pocas palabras, por qué seguir sosteniendo un sistema inútil, complicado, que no se puede controlar, en el cual los diputados, senadores y cúpulas partidistas hacen lo que quieren y no lo que queremos los ciudadanos, sin pedirnos nuestra opinión, sin rendirnos cuentas de sus decisiones; y además pagándoles con nuestros impuestos.

A los únicos que afectaremos son a esta casta de "representantes populares", quienes actualmente viven como reyezuelos, gobernandonos con nuestra legitimación y a costa nuestra.

A ellos les digo ¡BASTA busquen un empleo productivo y ganénse la vida como todos nosotros!

Yo quiero que esto termine.

En la próxima entrega te propondré las bases sobre las cuales construír un nuevo sistema político mexicano auténticamente democrático.

Mientras tanto, felices fiestas. Gracias por leerme.

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lunes, 23 de diciembre de 2013

Democracia, política y sociedad en México

¿Por qué decidí escribir un blog sobre democracia, política y sociedad?

Porque siento la necesidad de expresar mi punto de vista sobre las grandes transformaciones que nuestro país está experimentando, llevado de la mano por un grupo muy pequeño de personas poderosas que manejan y controlan CON NUESTRO DINERO a una clase política que representa los intereses de ésa élite económica pero no los de la sociedad, quién finalmente les otorga SU LEGITIMIDAD POR MEDIO DEL VOTO.

Con la creación del IFE despartidizado y ciudadanizado (1996), nació la esperanza que nuestro país (México) iniciara por el camino de la democracia.

La llegada al poder en el año 2000 del primer presidente de la república no PRIísta, nos hizo vivir algo que muchos habíamos pensado imposible: ver un presidente de otro partido que no fuera el PRI.

Amarga fué la decepción, ver como el presidente Fox destruyó el capital político que le entregamos en forma de un mandato para transformar a este país en una democracia moderna, con una economía moderna con instituciones claras transparentes, pero sobre todo para mejorar a la sociedad.

Todavía peor fué atestiguar cómo la élite económica en México impuso a Felipe Calderón (FCH) por miedo a Andrés Manuel López Obrador (AMLO), por terror a qué en México llegara al poder alguien no "ungido" desde ésa élite.

Cómo fué destruído el IFE (en 2007) poniendo al frente, no consejeros ciudadanos, sino personal sumiso a cada partido político en base a su "afinidad" política y no a su  imparcialidad política, que es lo que LA MAYORIA DE MEXICANOS QUEREMOS PARA NUESTRO PAÍS.

Ahora a 13 años de esta democracia, lo que tenemos es una estructura social más polarizada, unos pocos mexicanos aparecen entre los más ricos del mundo, y la mayoría de la población (más del 60%) en pobreza extrema o en peligro de caer en ella.

Un país que no crece, estancado en lo económico y cada día más empobrecido, con menos oportunidades de mejorar economica, social y politicamente.

Un país en el cual, quién tiene más dinero (bien o mal habido) gana las elecciones, porque comprar votos es algo que nuestras leyes aceptan, toleran y promueven.

Un país donde las mayorías no están interesadas en construír un mejor país sino en cómo van a sobrevivir el día de hoy.

Pasamos de un tener un IFE que daba confianza en que el voto contaba y se contaba correctamente a un IFE que en las últimas 2 elecciones federales para presidente de la república ha dejado muchas dudas sobre su imparcialidad, donde la confianza de la población en su institución electoral ha sido destruída.

¿Cómo sucedió esto?

 Muy simple, los ciudadanos pensamos ingenuamente que con sólo un instituto ciudadano que organizara elecciones libres y equitativas bastaba para lograr una democracia representativa.

Lamentablemente, la realidad no es así, en pocos años hemos visto como el instituto ciudadanizado pasó a ser un instituto tomado a la fuerza, por los partidos políticos y a veces por las cúpulas partidistas, que ni siquiera representan a sus propios miembros.

El resultado ha sido desastroso para la democracia en México. Ahora los ciudadanos no contamos para nadie, ni para los partidos políticos, ni para las autoridades, ni para las instituciones.

Sólo contamos para pagar impuestos y PARA LEGALIZAR ESTE SISTEMA POLÍTICO CON NUESTRO VOTO.

No se puede hablar en México de una democracia funcional ya no digamos representativa y moderna.

Éste estado de cosas se agrava cada  día más por la indolencia, la ignorancia pero sobre todo por la permisividad de TODOS Y CADA UNO DE NOSOTROS los que mediana o profundamente estamos informados de lo que está sucediendo.

Por que somos nosotros los que lo permitimos, conteniendo nuestra frustración y descargándola sobre nosotros mismos (contra otros ciudadanos indefensos como nosotros mismos) en forma de violencia física, verbal y emocional contra nuestras propias familias.

Ya basta de ingenuidad, de pensar que las cosas así son y que no se pueden cambiar.

Asumamos la tarea de darnos a nosotros mismos una democracia auténtica y PONGAMOS ATENCIÓN SOBRE LO QUE HACE Y DEJA DE HACER CADA UNO DE NUESTROS REPRESENTANTES LEGALMENTE ELEGIDOS POR NOSOTROS.

Porque fuímos nosotros (aunque haya sido sólo una "mayoría" del 38%) los que elegimos y legitimamos con nuestro voto (aunque hayamos votado en contra o favor por el dinero recibido) al presidente de la república, diputados, y senadores.


Si no estamos de acuerdo con lo que están haciendo, debemos informarnos y decidir en consecuencia.

Si estamos de acuerdo debemos expresar nuestro acuerdo y nuestra verdad sobre lo que pensamos.

De otra forma nadie podrá estar informado realmente de las razones por las que se adoptan las medidas que finalmente afectarán para bién o para mal a TODOS en el país.

Debemos hacer esto con dignidad E INFORMACIÓN, sin descalificar a nadie que desee expresar sus razones, sin ofender a quien piensa diferente, sino escuchando y razonando para encontrar el mejor camino para TODOS.

Si no podemos seguir estas reglas mínimas para el diálogo social no merecemos un sistema político democrático representativo, sino lo que hoy tenemos, un régimen autoritario que silencia o ignora la disidencia, que usa la ley para encarcelar opositores y desaparecer a todo aquél que exprese una opinión contraria a la oficial.

Yo me dirijo a tí como miembro de ése 30% de ciudadanos que no estamos en pobreza extrema pero que estamos casi al borde de ella, nosotros podemos hacer de éste país uno donde la pobreza no sea la materia prima para mantener el poder, reproduciendo así el círculo vicioso de pobreza-compra-del-voto-mas-pobreza.

Este segmento de la sociedad está despolitizada, considera a la política algo sucio, corrupto y solo se acerca a ella si va a obtener un beneficio económico.

Debemos cambiar este paradigma (el que la política es corrupción), porque este paradigma es el responsable de que en México nada funciona; donde la ley se aplica a quien no puede defenderse a quién no tiene dinero para corromper jueces o pagar abogados caros.

Un país donde sólo pienso en mí y en "mi familia" y que se chinguen los demás.

Un país donde se mata y secuestra por dinero. Donde la policía y el ejército están coludidos con el crímen organizado y los que no lo están, no actúan por miedo a perder la vida.

Donde todo el aparato del Estado está en manos de la delincuencia organizada y de un grupo de super poderosos magnates que dictan lo que se hace, cuando se hace y cómo se hace; pensando, claro, sólo en sus intereses personales y todo eso POR QUE PUEDEN, PORQUE NOSOTROS LOS LEGITIMAMOS CON NUESTRO VOTO.


Debemos cambiar a un nuevo paradigma donde el ser gobernante democráticamente elegido no sea sinonimo de enriquecimiento para el elegido y sus familias; sino un honor por la oportunidad de prestar un servicio desinteresado a nuestro país.

Donde cada elección signifique el nacimiento de un nuevo héroe social, que será venerado por el tamaño de sus logros en mejorar esta sociedad y no por la acumulación de riquezas en el ejercicio del poder.


Con esta entrega, espero poder  mover a la reflexión de mis conciudadanos a retomar la democracia directa en México, como algo posible de lograr con nuestros propios medios, usando los canales públicos cómo éste para expresar nuestra voluntad inquebrantable de construír un país digno para nosotros y nuestros hijos.

POR UNA DEMOCRACIA DIRECTA Y AUTÉNTICA PARA MÉXICO.

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