martes, 31 de marzo de 2015

Partidocracia o Democracia Participativa.

Partidocracia o Democracia Participativa.

Esa es la pregunta que debemos hacernos los ciudadanos en MX. La alternancia no fue un logro de la sociedad en su conjunto, fue un logro de una pequeña parte de la sociedad organizada en partidos políticos de oposición de derecha e izquierda, que valientemente se opusieron a un gobierno despótico y autoritario que nació de una revolución que bañó de sangre a nuestro país al inicio del siglo pasado.

El pueblo siempre pone los muertos, las élites siempre cosechan los beneficios y así sucedió también con la revolución mexicana y con la construcción de nuestra partidocracia.

No se quién lo haya dicho pero circula una "máxima" entre la clase política mexicana que reza: "a balazos tomamos el poder, sólo a balazos nos lo quitarán" y así sigue comportándose la clase gobernante que ante la presión han ido cediendo, a cuentagotas, minúsculas cuotas de poder a los partidos políticos, quienes se han acoplado muy cómodamente al disfrute de las mieles del poder, el problema es que hoy, México es un país con mas de 110 millones de personas y no se puede "comprar" la lealtad de todos ellos, el sistema corruptor no tiene futuro.

La sociedad mexicana adolece de muchas pre condiciones que la hagan viable como una democracia representativa moderna y liberal. Principalmente está dominada por el miedo aprendido por siglos de brutal represión y con una autoestima destruida por razones religiosas, por la miseria y la ignorancia ancestrales y la dominación racial por siglos.

Otra característica de la mayoría de la población es el desinterés en todo lo que tenga que ver en política como algo corrupto y que solo es materia para "entendidos" y gobernantes, no para los gobernados, quienes, suponen, están hechos para callar y obedecer.

Sumemos a este escenario una terrible ignorancia de los derechos humanos y constitucionales mas elementales, alimentados por una burocracia que se encarga de usufructuar la parte de corrupción que viene con el puesto que alguien poderoso les otorgó, crean la pinza perfecta para que este sistema retrógrado, ineficiente, corrupto, injusto y profundamente discriminatorio siga reproduciéndose, apoyado por una conciencia colectiva incapaz de plantearse una alternativa.

Esta mayoría (60% de la población que no confía en ningún partido político, según encuestas) sin embargo, cuando se siente segura, expresa cada vez con mayor fuerza su descontento por algunos de los mas visibles problemas que ha generado su tolerancia extrema, creando una forma de gobierno ineficaz, rapaz, represor y corrupto, aunque por ignorancia de qué hacer y por miedo a ser reprimida, no da el paso que necesita para liberarse del yugo secular.

Por ello, los partidos políticos pudieron crear un sistema que, aunque comparte algo de poder, sigue gobernando por sí y para sí mismo, sin tomar en cuenta las legítimas causas de la sociedad; por ello los llamo partidocracia, no una auténtica democracia.

Los partidos políticos se otorgaron a sí mismos los recursos inmensos que los han corrompido, no importa que tan legítimos hayan sido sus demandas de mayor democracia, igualdad electoral y representatividad y que las hayan logrado, nunca jamás ellos han actuado para resolver las necesidades de la mayoría de la población que se debate entre la miseria, la ignorancia y una represión extrema por las policías, milicia y todo el aparto de "justicia", se conformaron con suponer que la alternancia en el poder traería como resultado el crecimiento económico, una mejor distribución del ingreso y un auténtico Estado de derecho y con gozar de todos los privilegios que llegan con el poder polítco.

La realidad indica que ninguna aspiración democrática auténtica se puede lograr dentro del actual sistema de partidos y régimen de gobierno. Mientras sean las cúpulas partidistas las que decidan quién llega a que puesto y no tengan que rendir cuentas a nadie de sus resultados, y los votantes sigamos legitimando, elección tras elección con nuestros votos, a un sistema que solo crea menor crecimiento económico, mas pobreza, mas desigualdad, mas impunidad y menos justicia para todos.

Por ello propongo 4 medidas que puede transformar nuestro régimen de democracia representativa en una democracia participativa.

1. Eliminar todo financiamiento público a partidos/campañas políticas.


Esta simple medida tendrá innumerables beneficios para la democracia, y una mayor participación social en política. Si un partido no puede sostenerse con las aportaciones privadas de sus militantes, no representa a nadie y por ello no tiene derecho de existir.

Para quienes piensan que esto es aberrante porque los partidos de los pobres no podrán hacer campañas políticas, que si podrán hacer los partidos que representen a los ricos y poderosos y al propio gobierno, les digo que no es así, porque simultáneamente es necesario prohibir las campañas por medio de spots en los medios masivos, las cuales se sustituirán por programas en los cuales cada partido podrá, en un mismo lapso de tiempo, exponer su plataforma electoral a que están obligados.

De esta manera el piso se empareja para todos y cada partido podrá allegarse los recursos privados de sus militantes hasta un cierto tope (propongo máximo $500 por persona física, y las personas morales deben tener prohibido financiar partidos/campañas), el cual debe ser auditado en tiempo real por el SAT como lo hace con cualquier contribuyente, para fiscalizar el flujo de dinero exclusivamente legal a los partidos políticos.

Si un partido político quiere mi dinero, antes tendrá que ser una organización que verdaderamente represente mis ideales y visión de sociedad que deseo y tomar en cuenta mi opinión no solo mi dinero.

Eliminar el financiamiento público a partidos traerá una mayor competencia porque no serán necesarios los miles de requisitos que ahora existen para formar un partido u organización política, los cuales se pueden limitar a un simple aviso de intensión al INE para que pueda participar en las elecciones.

Con mas competencia entre partidos todos ganamos, porque podemos contar con organizaciones que representen nuestros ideales democráticos (o no), lo cual promueve una mayor participación de la sociedad en política que es tan necesaria e indispensable para una democracia real y viva que nos represente mejor que lo que ahora tenemos.

Con una mayor participación de la sociedad para informarse antes de elegir, construimos una sociedad más crítica, informada y por tanto menos propensa a ser "comprada" con regalos o propaganda.

Sin financiamiento público a partidos/campañas, la política dejará de ser un buen "negocio" para obtener ganancias con el dinero de los contribuyentes y cerramos una gran puerta por donde se cuelan individuos a quienes solo interesa el dinero y no el verdadero servicio público.

2. Prohibir las campañas políticas por medio de spots comerciales en medios masivos (TV, radio, prensa, revistas e Internet). 


La propaganda electoral es el mayor incentivo de corrupción y deterioro de la democracia que tenemos en MX y debemos erradicarla como una hierba ponzoñosa.

Cuesta muchísimo dinero, desinforma, engaña, fomenta la no participación e interés de la sociedad en política, y promueve que los funcionarios y candidatos a servidores públicos desvíen recursos para financiar ilegales campañas "promocionales" en tiempos donde no deben promover ni candidatos ni partidos, incentivan la compra de votantes por medio de "regalos" en forma de despensas, tarjetas de descuentos, o tiempo aire, materiales para construcción y miles de otras artimañas que se pueden ingeniar para comprar la voluntad de los votantes, que son al fin de cuentas pagadas con dinero legal e ilegal que puede ser hasta de la delincuencia organizada.

Es también la causa que la mayoría de servidores públicos pongan toda su atención en como allegarse los recursos lícitos e ilícitos con los cuales financiarán su próxima campaña, que les permita seguir medrando del presupuesto público y de la impunidad que trae aparejado el actual sistema de gobierno, esta es la verdadera razón de la ineficacia del gobierno porque no hacen el trabajo para el que fueron electos por que dedican su tiempo y talento en la obtención de fondos para financiar su próxima campaña.

Por ello los gobernantes cuando son electos llegan con una gravísima deuda que condiciona su actuación y que deben pagar en cuanto empiezan a recibir el dinero presupuestal, Luis Carlos Ugalde ha documentado esto con toda claridad y los cada vez mas evidentes casos de dinero sucio financiando campañas y/o candidatos lo demuestra claramente.

La propaganda electoral es excesivamente dañina para la democracia, porque con spots de 30 segundos solo pueden vender la idea, los políticos, de que ellos son capaces de resolver todos los problemas, cosa que es absurda hoy día, en vista de lo complejo que es una realidad globalizada y sujeta a innumerables fuerzas externas e internas, la propaganda electoral solo promueve una mayor dependencia de supuestos "salvadores de la patria" que "sí saben como hacerlo" que es la causa que nuestra sociedad siga en la inmadurez e irresponsabilidad por su futuro, al no participar en política por que "para eso están los políticos".

Esto fomenta el surgimiento de "líderes carismáticos" o "populistas" que mantienen en la miseria e ignorancia a los mas desprotegidos porque siguen dependiendo de un "salvador de la patria" que llegue a redimirlos de su condición miserable, lo cual impide que se den cuenta que el poder lo tienen en sus votos y en el uso que hacen de él, por eso ahora todos los partidos son "populistas".

Otra perversión de nuestra democracia es la promoción ilegal de personajes que aspiran o tienen puestos políticos disfrazada de "notas periodísticas" en la TV, radio, revistas, diarios, etc. esto es mas difícil de combatir porque está involucrada la libertad de expresión que es un valor inatacable de cualquier democracia, pero que se puede moderar si la ciudadanía, con una mejor información crítica sobre los contenidos que le ofrecen los medios masivos, puede detectar a éstos personajes que no son confiables si violan la ley, por lo cual no son buenos candidatos, lo mismo es válido para cualquier contenido que publiquen los medios masivos que por supuesto tendrán la "línea" editorial que les impongan sus dueños.

3. Eliminar todos los candados que tramposamente pusieron los partidos a las consultas/iniciativas populares, a la reelección de buenos servidores públicos y a las candidaturas independientes. 


Todas las restricciones, todas! No hay ninguna razón por la cual el pueblo no pueda decidir sobre cuanto se cobra de impuestos y como se gasta y en qué sus impuestos. Tampoco la materia electoral es propiedad de los partidos políticos, sino de toda la sociedad que en cualquier momento puede y debe poder cambiar su régimen de gobierno (artículo 39 constitucional), el soberano es la mayoría de la sociedad ningún poder o institución debe estar por encima de la voluntad de la mayoría, también la seguridad del estado es ámbito de la mayoría de la sociedad, no exclusivamente de sus "gobernantes".

Con esta medida, los representantes serán eso representantes, hasta en tanto la mayoría de la sociedad está lo suficientemente madura, informada y participativa para hacerse cargo por sí  misma de todas las decisiones en materia legislativa

Si una Ley aprobada en el congreso no es suficientemente consensuada entre la población por medio de argumentos y debates abiertos que promueven una mayor participación de la población en la toma de decisiones se puede revertir mediante un referendo cualquier ley, y ningún cambio constitucional debería  ser efectuado si no es por éste mecanismo.

Esta medida generará una mayor participación de la sociedad, que tendrá que informarse para votar "SI o NO" en un referendo, implica una formación y educación política que nos llevará a construir una mejor democracia y una mejor ciudadanía, y al servidor público lo obliga a explicar las razones, costos y beneficios de lo que propone y sustentarlas para que la sociedad las apruebe, y no solo éso, cuando sean aprobadas estas serán apoyadas automáticamente por la mayoría de la población.

4. Emitir una ley de revocación de mandato por medio de referendo, que elimine todos los fueros de todos los servidores públicos.


Incluyendo, en primer lugar, al del presidente de la república, éste no puede ser exceptuado de ésta o de cualquier otra ley y debe poner el ejemplo de lo que desea implementar en el gobierno a su cargo.

Si el soberano otorga el mandato al servidor público, cualquiera de ellos que no cumpla con lo comprometido en su plataforma electoral, debe poder ser destituido por la misma vía en que fue elegido. Simple sentido común, que hoy día no se cumple simplemente porque no elegimos servidores públicos sino gobernantes, que una vez electos los convertimos en monarcas absolutos que nos gobiernan a su antojo. La sociedad es y debe ser en todo momento la única soberanía en una auténtica democracia.

Si un servidor público no ejerce el cargo para el beneficio de las mayorías, puede ser removido de su cargo en cualquier momento y esto asegura que ejerza su función con la mira puesta en mejorar la calidad de vida de las mayorías y no las propias.

Estas medidas nos facultarán a la sociedad, para una mayor participación en política que con el tiempo irán removiendo, uno a uno todos los obstáculos, que han impedido que esta nación tenga el nivel de desarrollo económico y social que es posible dados los recursos con que contamos.

Si la sociedad no se compromete e involucra en la solución de los problemas, todo empeorará, todas las soluciones dependen de nosotros como ciudadanos, no de los partidos o  políticos profesionales en lo personal, la envergadura de los problemas y lo complejo de las soluciones para cada ámbito de lo económico, social, educativo, salud, seguridad, etc. requiere del concurso del talento de  todos nosotros, para poder construir un México del que nos podamos sentir orgullosos.

Si los ciudadanos tenemos que ir y votar SI o NO en un referendo para revocar el mandato de un servidor público, se fomentará el análisis y la reflexión política tan necesaria en una democracia. Esto nos involucra y responsabiliza como ciudadanos y eso fortalece nuestra democracia.

¿Como podemos los escasos ciudadanos que hoy por hoy deseamos un cambio al margen de la partidocracia, lograr que la mayoría que no sabe, o no cree que puede, se de cuenta del inmenso poder que tiene en cada voto? solo compartiendo esta visión con los demás, solo un trabajo de uno-uno en nuestras conversaciones privadas y en las redes sociales, hará posible cambiar esta realidad lacerante que vivimos.

Un voto nulo es un voto por una verdadera democracia.


Por ello propongo una estrategia para empezar a restarle poder a la partidocracia: ANULAR EL VOTO. Con votos los elevamos hasta donde están ahora y les otorgamos permiso y legitimidad para que nos gobiernen como a ellos les parezca, sin que podamos oponer resistencia legal alguna; con votos nulos los podemos sacar del poder.

Si un 30% anulamos nuestros votos, lógicamente alguien va a ganar, pero con una "mayoría" minoritaria e ilegítima, porque ningún partido podrá obtener más del 30% de votos a menos que se unieran todos contra la sociedad, lo cual los desenmascararía como lo que en realidad son: una élite anti democrática y UN MISMO PARTIDO antisocial todos ellos.

Si bien no tendremos diputados que nos representen, tendremos la legitimidad para obligarlos a que legislen éstas medidas, si quieren nuestros valiosos votos. Porque un voto nulo es un voto por una auténtica democracia y la expresión clara y contundente de inconformidad con el actual régimen de gobierno y de partidos.

Tendremos la legitimidad para iniciar una resistencia civil pacífica que tarde o temprano terminará con una partidocracia que no se podrá sostener por sus propios medios.

Propongo anular nuestros votos porque no quiero seguir eligiendo a políticos que actúan a espaldas de la mayoría que los eligió, que no cuentan con el apoyo de la mayoría de la población; no estoy en contra o a favor de ningún partido político, al contrario propongo fomentar la existencia de mayor pluralidad en nuestra democracia.

El gobierno debe ser un órgano al servicio del pueblo, no un control represor, autoritario y despótico que decida por él y le imponga lo que la élite "electa" por ellos dicte.

Sólo con el voto nulo podemos asegurarnos que los partidos sólo sean organismos al servicio de quién los creó para beneficio colectivo, no organizaciones delictivas que buscan un beneficio personal.

Hoy por hoy somos mas cada día, los ciudadanos que estamos conscientes que ni los políticos en lo individual, ni los partidos políticos, tienen lo necesario para construir el país que anhelamos legítimamente. Que ya somos una sociedad lo suficientemente madura para tomar en nuestras manos la responsabilidad por nuestro futuro y el de nuestros hijos y nietos. Ciudadanos responsables que no creemos en mesías, ni en salvadores de la patria ni en organizaciones partidistas que solo representan, en el mejor de los casos, los intereses de quienes los dirigen y que no quieren que nadie haga por nosotros lo que somos capaces de hacer por nosotros mismos.

Este es el verdadero poder que tenemos los ciudadanos, el ogro represor y autoritario tiene pies de barro, se dice democrático. Los votos nulos regresarán el poder a quién corresponde legalmente, a la mayoría de ciudadanos conscientes de este país.