La Democracia Representativa (DR) está muerta y apesta, debemos enterrarla.
Después de más de un siglo de existencia en la mayoría de países "democráticos" en el mundo, y en otros pocos, con más de un siglo de existencia, la democracia representativa está haciendo crisis en todo el mundo.
No sólo en México, en todos los países de medio oriente, en los países industrializados y emergentes las revueltas populares y los movimientos de "indignados", "ocupy wall street", y otros cómo "yo soy 132" aquí en México plantean retos al statu quo cada vez mas audibles y visibles que nunca antes.
La democracia representativa fue el mejor modelo disponible en el siglo pasado, dadas las condiciones de información y comunicación disponibles entonces (principalmente periódicos y radio) fácilmente controlables por el Estado.
Pero el dominio del Internet como medio principal para obtener y compartir información, dio lugar a la "democratización" de la información, ahora contamos con herramientas informáticas que no solo nos permiten informarnos sino crear redes de opinión, canalizar ideas y consignas sociales masivamente.
La DR está en crisis en todas partes porque el sistema mismo genera las condiciones para su auto destrucción, como son:
1. Genera corrupción en todas las esferas de la vida pública.
2. Crea ineficacia de políticas y servicios públicos.
3. Promueve la división en la sociedad, generando conflictos cada vez mas difíciles de resolver por la polarización entre facciones (partidos) políticos.
4. Crea una inmadurez permanente del sistema que no puede dar frutos por la constante rotación de políticas y funcionarios encargados de llevarlas a la práctica.
Por estas razones la DR ha llegado a su crisis final en todo el mundo.
En una DR todo está enfocado en la obtención del poder mediante elecciones, que se pretende sean lo más libres, transparentes y legitimas posibles, dadas las condiciones en cada país.
Este proceso se basa en campañas electorales, promotoras del voto, llevadas a cabo por partidos políticos profesionales, que culminan con la elección del candidato que más votos obtiene.
Así, el proyecto del candidato triunfante se pone en práctica mediante el esfuerzo conjunto de toda la sociedad, pero sin tomarla en cuenta una vez que ha depositado su voto y elegido una de las opciones en pugna, se hace lo que el "representante" mayoritario decide.
En ninguna DR que exista hoy, el votante tiene un papel determinante una vez emitido el voto.
Aquí nace la gran debilidad de la DR, dice representar una voluntad de la mayoría, pero las condiciones en las que se da el ejercicio del poder excluye por definición la voluntad de las mayorías de la población y se implementa sólo la visión del partido/candidato/fracción parlamentaria ganadora.
La corrupción es el resultado de la Democracia Representativa.
La DR genera la corrupción que corroe las entrañas mismas del sistema que lo alimenta y destruye como un cáncer que fatalmente terminará con el propio sistema.
La corrupción en todas las esferas de una sociedad regida por una DR es evidente: El poder lo obtienen quienes poseen la mayor cantidad de recursos para llevar a cabo unas campañas propagandísticas cada vez más y más costosas, lo cual genera una competencia por allegarse recursos legítimos a través de donaciones de simpatizantes o bien, como en México, en forma de financiamiento con recursos públicos a los partidos y campañas políticas.
Esta competencia por recursos genera muchas oportunidades para que los partidos hagan uso de recursos ilícitos cada vez más apremiante con lo cual las posibilidades de caer en prácticas corruptas son mucho mayores cada día, como son el uso de recursos de la delincuencia organizada, de empresas poderosas y personajes poderosos, rebase de topes legales de aportaciones en dinero y especie para apoyar campañas y sobre todo el uso de programas públicos con fines electorales que son cosa de todos los días en México.
Genera corrupción entre los periodistas y analistas políticos, porque desde el poder se corrompe a éstos profesionales de la comunicación con el fin de obtener buenas notas o comentarios para apoyar a los políticos que cuenten con los recursos para ello.
Genera corrupción al interior de la propia administración pública, por que es irresistible la tentación de los funcionarios en la administración pública para usar recursos públicos para promover su imagen y posible candidatura, recursos que debieran destinarse a los fines que la sociedad necesita con urgencia.
Genera corrupción en la propia sociedad, que se ve cohechada con "regalos promocionales" del voto, y que si no cuentan con la información adecuada, por la corrupción de los medios masivos, fácilmente "venden" su voto al candidato/partido que más regalos les ofrezca.
Genera corrupción en el propio ejercicio del poder porque al llegar con deudas económicas/políticas necesarias para ganar las elecciones, éstas se deben pagar para poder continuar en el poder.
Así la DR está condenada a existir en un lodazal y la sociedad mientras no esté enterada que con su voto fortalece este estado de cosas solo le queda la indignación ante el despilfarro de recursos para fines no solo no prioritarios sino contrarios a sus propios intereses.
No es que los políticos sean corruptos por sí mismos, el sistema los corrompe porque para llegar al poder deben corromperse, mientras tengamos un sistema de partidos que compiten por el poder y que una vez obtenido, lo deben abandonar; harán uso de todo lo que tengan a su alcance para evitar perderlo.
La Democracia Representativa crea ineficacia.
La DR crea la ineficacia que padecemos en todos los países de servicios públicos y políticas públicas que no satisfacen a las mayorías de la población, condenando a los pueblos al subdesarrollo o a un ritmo de crecimiento más bajo que el que se necesita para resolver los problemas de las mayorías.
Crea ineficacia porque, para empezar elegimos a políticos, no a servidores públicos capacitados profesionalmente para diseñar, implementar y administrar eficazmente políticas públicas prioritarias como educación, salud, infraestructura, la economía y la cultura.
¿Cómo podemos razonablemente esperar que personas cuya principal capacidad y destreza es la de ganar elecciones son capaces y están profesionalmente preparados para administrar un país?
Es imposible que un político sepa de todo, es una falacia que nos hemos creído la sociedad por medio de campañas de propaganda política que engaña y desinforma.
No podemos seguir eligiendo gobernantes como si estuviésemos comprando un jabón, un dentrífico, una camisa o un automóvil. El riesgo es poner en manos de una persona impreparada, a todo un país y eso es lo que hacemos al votar por un político.
Hay personas que escucho decir, bueno, elegimos al político pero él se rodea de personas con experiencia para llevar a cabo las funciones, pero eso no es verdad ni en las DR más añejas como Alemania e Inglaterra, aunque funcionan un poco mejor que la nuestra también sufren por el constante cambio de políticas de un partido a otro y con cada cambio llegan nuevos funcionarios afines al gobernante, no necesariamente los mejor preparados para el puesto.
Las responsabilidades de diagnosticar, planear, implementar y controlar una política pública deben ser llevadas a cabo por expertos en cada área, no por políticos o seguiremos atestiguando la inoperancia de casi todos los programas públicos; y millones y millones de recursos tirados diariamente a la basura, así ningún país puede crecer por fuerte que sea.
La Democracia Representativa promueve y profundiza la división entre la sociedad.
Al basarse todo el sistema político en partidos enfrentados tratando de prevalecer ante los demás, se crean las condiciones para que la sociedad permanentemente esté en combate entre las diferentes facciones que la conforman.
Estoy consciente que la sociedad no es un todo homogéneo, pero si institucionalizamos la descalificación y el exterminio del otro, del que piensa diferente a mi, como mi enemigo al que hay que eliminar, eso solo crea conflictos que impiden que la sociedad una esfuerzos en causas comunes y con ello nos condenamos a progresar muy lentamente y aún a retroceder cuando los conflictos pasan de lo ideológico a las armas o a la franca represión.
En lugar de beneficiar a toda la sociedad con la riqueza de opciones que derivarían de un debate inteligente y razonado de toda la diversidad de opiniones, divide a la sociedad al tener que elegir entre una sola visión excluyendo por definición a todas las demás.
Con el fin de mantenerse en el poder los políticos y partidos mienten, esconden sus fallas y magnifican las del adversario.
Siempre que se encuentren políticos de diferentes partidos, habrá descalificación, menosprecio del logro del otro y sobre valoración del propio; con esto no gana la verdad pero si la desinformación porque son capaces de hacer acusaciones falsas o sin suficientes pruebas para descalificar al adversario, esto no es bueno para la sociedad que termina por no confiar en ningún partido político.
Los partidos con sus campañas propagándisticas nos engañan haciéndonos creer que pueden resolver los problemas, eso es falso porque no cuentan con el tiempo, ni los conocimientos suficientes para hacerlo, porque el propio sistema de elecciones programadas lo impide.
La principal causa del atraso de las sociedades con DR es precisamente la rotación de gobiernos característico de estos sistemas.
El enfrentamiento permanente entre facciones diferentes al interior de los congresos impide la eficacia parlamentaria y hace que las leyes o no se aprueben o se aprueben con modificaciones que las hacen inoperantes o ineficaces.
El conflicto permanente solo ocasiona retrasos o lentitud en todas las esferas de acción de la sociedad.
La Democracia Representativa crea inmadurez en la sociedad y la administración pública.
El sistema de DR basada en elecciones periódicas genera una inmadurez permanente en todos los ámbitos de la sociedad.
Al estar continuamente cambiando de partido, propuestas, programas y políticas públicas se deshecha buena parte del esfuerzo y alcances logrados por el anterior gobierno, cambian todas las élites que ya habían aprendido como ejercer la función pública con mas o menos eficacia, para dar lugar a otra nueva, que deberá aprender desde cero, lo que implica un gran esfuerzo previo tirado a la basura.
No se pueden crear cuadros administradores eficaces si no se les permite aprovechar la experiencia adquirida en la función pública.
Este sistema genera un gran desperdicio de recursos humanos, materiales, logísticos y de conocimientos.
El cambio programado cada 4 o 6 años, genera inestabilidad laboral entre los servidores públicos por lo cual están más interesados en cómo van a sobrevivir una vez que termine su gestión que en llevar a cabo las tareas para las cuales fueron contratados.
La DR genera una sociedad inmadura, desinformada y pobre que es presa fácil de programas de "apoyo" que sólo reproducen las condiciones que la generaron, condenando a millones a vivir en la pobreza, la ignorancia y dependiendo del "presidente de la república" para resolver todos nuestros problemas.
Es un gran contrasentido hacer esto y sin embargo es la característica principal de la DR.
Seguir emitiendo un voto a favor de cualquier partido político es emitir un voto para que siga reinando la corrupción, la ineficacia, el enfrentamiento y el estancamiento de la sociedad.
Los electores somos los soberanos en una DR, pero no hemos valorado nuestro papel como tales.
Delegamos el poder en una casta de políticos que supuestamente nos van a representar pero que el propio sistema les impide hacerlo.
Debemos ser mas inteligentes los votantes que los políticos y debemos quitarle nuestra aprobación a todo este sistema corrupto, caduco e ineficaz y cambiarlo por otro donde realmente sea la mayoría de la ciudadanía la que determine qué se debe hacer, cómo, con qué recursos y en cuanto tiempo.
Y que sea la mayoría de la población la que contrate a los mejores y más capaces administradores para llevar a cabo los programas que a la mayoría le interesa.
Pero el propio sistema necesita nuestro voto como oxígeno para seguir viviendo.
La solución está en nuestras manos a la hora de elegir, un voto anulado es un voto por la verdadera democracia.
Cada voto anulado es un voto a favor de una Democracia donde el objeto y sujeto sea la sociedad y no los partidos y políticos.
En la próxima entrega plantearé de que manera podemos lograr regresar el poder a la mayoría por medio de la anulación/invalidación masiva de votos.