jueves, 18 de junio de 2015

Construir la democracia que necesitamos.

Demos el primer paso hacia una democracia participativa.


Ya pasados los mayores problemas relacionados con la votación del 7 de junio, quedan miles de litigios en el TRIFE, esperemos se resuelvan a satisfacción de las partes.

Ahora, los ciudadanos tenemos nuevos retos por enfrentar: La mayoría vendió su voto o éste le fue coaccionado a cambio de mantener su empleo, asistencia social, o una oferta de empleo. Otra parte votó para "castigar" al gobierno (sea local o federal). La minoría votó en consciencia del partido/candidato que expresa y representa su sentir político. Entre todos crearon un nuevo congreso que quedó prácticamente igual que el anterior, con nuevas "bancadas" claro (con la adición de las de Morena y del PES).

Esto significa que no cambia la correlación de fuerzas, al interior del congreso PRI-PVEM-PANAL seguirán gobernando sin necesidad de "pactar" con ninguna otra fuerza electoral. La "oposición" tendrá que coaligarse si desean ser reales contrapesos en el congreso, lo cual se ve muy difícil ante la negativa del líder de Morena a establecer alianzas con cualquier otro partido, al menos antes del 2017.

En mi opinión llevarán el rol tradicional de "izquierda" contestaria, opositora, estridente e irrelevante que han tenido hasta ahora.

Malas noticias para la sociedad, que aunque les ha estado quitando, sistemáticamente votos a los partidos "grandes" todavía, éstos cuentan con un sistema que genera sobre-representación para el que tenga la mayoría simple y mejores "estrategias" de compra/coacción de votos en todo el territorio nacional.

Esto no es cualquier cosa, presupone que el(los) partido(s) en el gobierno poco les interesa, la opinión de la sociedad, una vez que ésta ha dado un claro y contundente triunfo a la coalición gobernante, nos quedamos sin ningún instrumento que los obligue a gobernar de acuerdo a los deseos de quienes les dieron el triunfo en las urnas.



Ahora el problema será que la demanda social de eliminar la corrupción, el dispendio de recursos, la impunidad y la prepotencia de los "funcionarios públicos" tenga eco en ellos, por "inspiración divina" solamente.

El estancamiento del voto nulo, se explica por 3 razones: 1) La furibunda campaña propagandistica partidista (y gubernamental), en contra del voto nulo. 2) Por las elecciones locales, en las cuales es mucho mas difícil decidirse por anular el voto, dado que se juega el gobierno mas cercano y a la mayoría le asusta un posible triunfo del candidato "opositor" al suyo. 3) La aparición por vez primera de "candidatos independientes" también fue un incentivo para que muchos anulistas prueben si con esta nueva figura, nos puede ir mejor.

La sociedad está harta de la partidocracia.


Se palpa un hartazgo en la sociedad, una necesidad por una auténtica representación, que los partidos no han podido (querido) materializar. La sociedad demanda terminar la corrupción desatada, el dispendio criminal de recursos, la impunidad con que se mueven y actúan todos los funcionarios de mediano y alto nivel, y la prepotencia con que deciden sin tomar en cuenta a la sociedad a la que dicen "representar".

Hay una crisis de representatividad de todos los partidos, profunda, generalizada y que ningún partido ha asumido hasta hoy. La sociedad espera acciones de ésos partidos a los que ha colmado de prerrogativas y poder, sin recibir nada a cambio.



La mayoría eligió conservadoramente, el resultado es que, habrá que esperar resultados de los pocos candidatos independientes ganadores, para ver si por ahí es la opción de cambio que necesitamos, yo lo dudo.

Las candidaturas independientes no son la solución a la crisis de representividad del régimen de partidos en México. Primero, porque sólo muy pocos candidatos auténticamente independientes, pueden salvar las tremendas barreras que pusieron los partidos para obtener una candidatura independiente, por eso sólo personajes muy ligados a la política o que cuentan con el apoyo de políticos en funciones pueden lograrlo.

Segundo, porque una candidatura independiente exitosa, no garantiza una gestión de gobierno exitosa también, porque se tiene que enfrentar a todo el sistema de partidos que los obstaculizarán y bloquearán permanentemente, esperen y verán que así será.

No bien recibieron su constancia de mayoría, los dirigentes de los principales partidos mandaban sendos mensajes: "que bueno que ganaron, ahora tendrán que negociar con nosotros".

No estoy en contra de las candidaturas independientes, al contrario, son un semillero de buenos servidores públicos, que mediante ésta figura, pueden ir demostrando sus habilidades y compromiso social, desde los mas básicos puestos de servicio público. Son una alternativa para personas no partidistas e indispensable.

Por ello afirmo que la sociedad solo podrá gobernar con otro sistema distinto al que tenemos hoy día, donde básicamente son las cúpulas de los partidos políticos por sí mismos, los que deciden por sí y para sí todo lo que se hace y no se hace en nuestro país.

La sociedad nos tendremos que seguir conformando con demostrar nuestra frustración, rabia e impotencia, con chistes, marchas y votos de "auto-castigo" porque a los partidos no les afecta en nada que votemos por otro, en tanto sigan teniendo acceso al dinero público seguirán enchufados al respirador artificial que los mantendrá con vida, hasta la próxima votación.

Insisto que la única arma que tenemos los ciudadanos, es la de anular el voto, por más que sea solo cada 3 años que se puede ejercer ésta opción, es la mas poderosa que tenemos, la respuesta furiosa de partidos, comentaristas, funcionarios de todos los órdenes de gobierno en contra del voto nulo, confirma que saben el tremendo daño que podemos inflingir a un sistema que no queremos los mexicanos conscientes de este país.

Para que el voto nulo pueda terminar con la partidocracia que nos gobierna hoy, debemos ser capaces de lograr 3 metas, 1) Unirnos en torno a una propuesta común de gobierno. 2) Promover está propuesta en toda la sociedad. 3) Presionar a la partidocracia para que tome en cuenta a la sociedad que expresa  su hartazgo anulando sus votos.

Para ello, la forma mas viable es a través de la formación de una asociación civil, sin fines de lucro, que aglutine a ésa gran cantidad de personas que apostamos a la estrategia de anular votos, para lograr cambiar el régimen de partidos, 2 millones de personas no somos cualquier cosa.

Y promover activamente la idea de una democracia participativa, en el periodo inter-votaciones.

Construyamos una Democracia Participativa.


Yo he propuesto 4 objetivos mínimos, para transformar un régimen de partidos, auto-referente, totalitario, una partidocracia, en una democracia participativa.

1. Eliminar totalmente el financiamiento público a partidos/campañas. Esta medida es indispensable para que los ciudadanos podamos, libremente financiar de manera privada a aquel partido que realmente nos represente, este financiamiento estrictamente privado, debe tener límites claros y transparentes que permitan a las autoridades fácilmente fiscalizar el origen-destino de dichos recursos privados. Y deben estar excluidas de aportar recursos a los partidos, todas las personas morales, y las físicas hasta un monto máximo de $ 500 anuales máximo por persona física.

Sin financiamiento público, la sociedad gana partidos políticos que tendrán que ingeniarselas para promover su oferta y si esta es afín con una capa de la sociedad, encontrarán el financiamiento necesario para generar gobierno auténtico, con real apoyo popular.

Con esta medida, se cierra la puerta de entrada de partidos que no representan a nadie, que sirven de señuelos para engañar a muchos ciudadanos despistados o ignorantes, que votan por un partido, sin saber que están votando por otro en realidad.

Evitamos también la existencia de partidos-negocio cuya única razón de ser es el financiamiento que reciben, y que no les importa, mentir, engañar, ni violar la ley con tal de ganar una buena tajada de financiamiento público con la cual sigan manteniendo la "rentabilidad" del partido.

Pero lo más importante, es lo que ganamos los ciudadanos si eliminamos el financiamiento público, (y no es precisamente los 8-10 MMDP que cuestan partidos/campañas); ganamos en calidad de partidos existentes, porque un partido que no cuente con una base de militantes que esté dispuesto a financiarlo privadamente con dinero y acción política, simplemente morirá de muerte natural.

Esto nos asegura que los partidos nos representen a quienes los sostenemos y apoyamos, no que ellos, por ley puedan seguir viviendo, con o sin nuestro apoyo.

La compra/coacción del voto es el verdadero "voto duro" de los partidos actualmente, es una de las peores caras de nuestro régimen de partidos, que crea partidos/maquinarias de compra de votos, abierta o simuladamente en forma de obsequios, promocionales, despensas, materiales de construcción, promesas de participación en programas públicos de combate a la pobreza que, al final se convierten en máquinas de fabricar pobres, todo ello con el financiamiento público, pero principalmente con financiamiento ilegal.

Esto existe porque cuentan con inmensos recursos legales/ilegales para "comprar" la consciencia de millones de mexicanos ignorantes, o en miseria que aceptan los que les den, sin saber que están, con ello, contribuyendo a seguir atados a la miseria.

Sin financiamiento público, será mas facil auditar y detectar el dinero ilegal en los partidos y campañas y con ello mejorar nuestra democracia.

2. Eliminar las campañas políticas por medio de spots, sustituirlas por mensajes de cada partido, promoviendo sus plataformas electorales, las cuales deben ser de observancia obligatoria, una vez llegado al cargo de elección popular. Esta medida se debe tomar simultáneamente con la eliminación del financiamiento público, para evitar que haya dinero ilegal financiando "infomerciales" ilegales en los noticieros y medios masivos.

Sin tantos spots que estar monitoreando, la autoridad electoral, puede disminuír sus necesidades de fondos, y hay una mayor equidad en los tiempos de difusión de cada partido.

Esta simple medida, es importantísima porque fomentará la cultura política, tan necesaria en la mayoría de la población que no participa, porque se siente ajena a la problemática de partidos/gobierno. Poco a poco irá abriéndose la idea, entre la población, de que es indispensable participar e  informarse antes de emitir el voto.

3. Eliminar TODAS, las restricciones que los partidos pusieron a las consultas populares, inciativas ciudadanas y candidaturas independientes, para hacerlas viables y una real herramienta democrática para la ciudadanía.

La mayoría de ciudadanos se abstiene de votar, no sabemos cuantos de ellos lo hacen porque no les interesa y nunca les interesará participar votando, pero sí podemos inferir que hay, al menos un 30% de abstencionistas que en las votaciones federales si salen a votar.

Ustedes creen que en caso de haber una ley, iniciativa, o consulta popular sobre temas trascendentales que afectarán al país, no se interesarían por informarse para decidir SI/NO aceptan dicha iniciativa? Para mi, la respuesta es un contundente: claro que sí, porque muchos no ven cual es el verdadero valor de ir a la casilla a depositar un voto, porque piensan (con razón) ¿para qué, si ya sabemos quien va a ganar?

Por eso la ciudadanía, para poder madurar, debe saber que su decisión es importante y que cuenta para cosas concretas, donde solo debe decidir SI/NO.

Estas herramientas, no llevarán a la anarquía, como los representantes de partidos nos quieren asustar, al contrario, nos llevarán a construir una sociedad madura que participe mas en política, que sea mas responsable por los resultados de su elección, cosa que a dichos políticos verdaderamente aterra.

Si los ciudadanos podemos, mediante una consulta popular tirar una ley que no cuenta con el apoyo mayoritario, obligará a los legisladores, a pensar, diseñar, promover y consensuar todas las leyes que tengan que hacer. Esto es un triunfo para la ciudadanía y una mejora invaluable para el país, porque todas las leyes sabremos que cuentan con el apoyo de todos, lo que las hará mas fácil de cumplir, mas conocidas por todos en sus alcances, costos y repercusiones en la vida diaria, contribuyendo así a que la ciudadanía se auto obligue a respetar leyes aprobadas por ellos, lo cual consolidará nuestro maltrecho Estado de derecho.

4. La promulgación de una Ley de revocación de mandato, por consulta popular, que incluya la desaparición de todos los fueros, federales y locales, incluido principalmente, el del presidente de la república; que actualmente fomentan la impunidad, la no transparencia, y no rendición de cuentas de muchos malos funcionarios públicos.

Si el soberano no puede quitar el mandato que otorgó en las urnas, no es soberano. Es indispensable esta herramienta en manos ciudadanas para construir un Estado de derecho que realmente llegue a las esferas más altas de la administración pública.

Esta medida generará un auténtico espíritu de servicio en los servidores públicos, tan necesario para lograr que los mandantes podamos despedir a un personaje que no administre bien, en forma honesta y transparente los recursos de la sociedad a su cuidado.

Desde luego que estas medidas, por sí solas, no van a crear mágicamente un nuevo país, son simplemente los cimientos sobre los cuales podemos ir creando, los ciudadanos, de la mano con las organizaciones de la sociedad civil (OSC), las instituciones que nos permitan resolver todos los problemas.

Los gobiernos emanados del actual  régimen de partidos, no pueden hacerlo. El sistema los corrompe con toda clase de prerrogativas para cancelar la auténtica oposición, crea las condiciones para cebarlos en la opulencia, la prepotencia y la irrealidad que los aleja de una sociedad, a la cual se deben.

Por ello, solo la sociedad organizada, podemos poner las cosas donde deben estar, al servicio de quién las paga y a quién deben servir. No sigamos eligiendo una casta que manda sobre el pueblo que los mantiene con impuestos. Seleccionemos servidores públicos, capaces, interesados en trabajar en beneficio de la sociedad y de sus familias, con salarios dignos, decorosos y remuneradores, de acuerdo a la capacidad de cada uno y de las condiciones económicas del país.

Mientras los partidos puedan decidir, a quien ponen de candidato a cualquier puesto de elección popular, seguirán siendo los dirigentes de los partidos los que hagan la auténtica elección, los ciudadanos solo los legitimamos con votos.

Mientras la sociedad no pueda quitarle el mandato a un servidor público electo por votación, no tendremos ninguna forma de hacernos escuchar, y por lo tanto, las cosas seguirán decidiendose en las cúpulas partidarias ajenas a una sociedad que solo calla, obedece y paga.

La solución está en nuestros votos, no nos auto-castiguemos, como hasta ahora, suponiendo ingenuamente que castigamos al partido en el poder, votando por otro que funciona exactamente igual, de lo cual ya tenemos suficientes pruebas en los 20 años de "alternancia".

El voto nulo debe tener "valor jurídico"?


Sería un grave error "darle valor al voto nulo" porque el único "castigo" que tendría sería mantener el financiamiento público a partidos/campañas sujeto al volúmen de voto nulo, pero eso no cambiaría nada.

Si se anulara una votación por votos nulos, se necesitaría hacer otra votación, que solo cuesta mas recursos a la sociedad y que no resuelve los problemas de fondo que ocasionaron el voto nulo.

Los que anulamos votos, lo hacemos porque no tenemos otra opción, queremos tener una mejor oferta de partidos y opciones por las cuales votar informadamente, votar castigando realmente, a unos y favoreciendo a otro, pero sobre todo deseamos que la sociedad participe en todas la decisiones, al interior de los partidos así como del gobierno.

Necesitamos dejar el voto nulo como lo que es: Una llamada de atención democrático a un sistema que no es el que queremos los ciudadanos, sin valor jurídico, pero con un gran valor político transformador.

No necesitamos seguir "experimentando" los mismos "remedios" por cien años, para darnos cuenta que seguir igual, es avalar la profundización de la corrupción, la impunidad, y el manejo despótico de los bienes públicos y de nuestro futuro como sociedad.

La partidocracia no soltará  fácilmente el poder que le damos con votos válidos. En esta votación, fue claro, que con mentiras, engaños, verdades a medias, pudieron mantener el volumen de voto nulo en la misma proporción que en las últimas votaciones. Pero ese mismo hecho nos indica que habemos al menos un 5% de ciudadanos conscientes de que, si seguimos votando por los partidos y no cambia el régimen de partidos, nos seguiremos "auto-castigando".

No debe asustarnos un ogro autoritario que reprime, miente, engaña y agrede. Tiene pies de barro, se dice democrático. Con votos les dimos el poder con votos nulos se los podemos quitar.

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